El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha autorizado este lunes el despliegue de otros mil soldados del Ejército para acelerar las labores de evacuación del personal diplomático y aliado desde el aeropuerto de Kabul; después de que en las últimas horas el avance talibán haya finalizado con la toma de la capital afgana y que miles de ciudadanos de ese país invadieran el perímetro del aeródromo provocando caos y suspendiendo la operación de los aviones militares.
El nuevo despliegue se suma al envío de 6.000 soldados ordenado de urgencia este fin de semana hacia Afganistán, de los cuales la mitad ya están realizando labores de evacuación desde el aeropuerto Hamid Karzai de la capital.
La misión de este nuevo batallón será garantizar la seguridad del aeropuerto, después de que este mismo domingo Washington informara de que se había registrado un tiroteo en las instalaciones.
"Ha habido incidentes de seguridad en el aeropuerto o cerca de él, pero las fuerzas estadounidenses no han sido atacadas ni han disparado contra nadie", ha dicho este funcionario del Pentágono, que ha cifrado en 5.000 el número de personas que Estados Unidos podrá evacuar a diario, aunque eso será dentro de unos días.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, aseguró este lunes que el presidente estadounidense, Joe Biden, no consideraba “inevitable” que los talibanes controlaran Kabul tras la retirada de las tropas de EE.UU. y culpó a las fuerzas afganas de no haber querido defender su país de los insurgentes.
Malos cálculos
La rápida caída del gobierno afgano al parecer ha tomado al gobierno de los Estados Unidos desprevenido. El Pentágono aseguraba hace una semana que esperaban que los talibán llegaran a Kabul en un plazo no menor a tres meses y han tardado solo tres días.
De igual manera, hace tan solo unos días el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decía que el gobierno de Afganistán contaba con 300.000 hombres entrenados y equipados durante dos décadas para defender el país. Estas declaraciones y las posteriores acciones de la administración, lo han convertido en blanco de críticas.
En una entrevista en la cadena ABC, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, salió al paso de las críticas que afronta Biden por la abrupta caída de Afganistán bajo control talibán y las escenas de pánico en la capital, donde miles de personas tratan de abandonar el país.
Sullivan acusó a las fuerzas afganas de “no dar un paso al frente” para defender Afganistán, pese a “los miles de millones de dólares” que Washington ha aportado en entrenamiento y equipamiento militar.
No obstante, subrayó que Biden sigue considerando la decisión de ordenar la retirada militar de Afganistán como la correcta tras más de 20 años de guerra.
“La cuestión que encaró el presidente en abril (...) es si deberíamos enviar a hombres y mujeres de EE.UU. a una guerra civil en otro país cuando su propio Ejército no lucha por defenderlos. Y la respuesta a esa pregunta es no”, afirmó Sullivan.
Las palabras del alto funcionario estadounidense coinciden con las informaciones sobre el caos en el aeropuerto de Kabul, con miles de personas que tratan de abandonar el país por avión y que ha dejado al menos seis muertos.
Sullivan indicó que Biden se dirigirá “pronto” al pueblo estadounidense para comentar los acontecimientos en Afganistán, aunque no dio más detalles al respecto.
EE.UU. culminó el domingo el traslado al aeropuerto de Kabul de todo el personal de su embajada en Afganistán, horas después de iniciar una evacuación aérea desde ese complejo que recordó a la desarrollada durante la caída de Saigón en 1975.
A última hora del domingo en Washington, cerca de las 6:00 horas de la mañana del lunes en Kabul, el Departamento de Estado confirmó que había “completado” el proceso para transportar al aeropuerto a los aproximadamente 4,000 empleados de su embajada en la capital afgana.
Además, las fuerzas estadounidenses han “asumido” las riendas del control del tráfico aéreo en el aeropuerto de Kabul, para facilitar las evacuaciones de ciudadanos de EE.UU. y las de sus aliados.
