El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este domingo que impidió el ingreso al país de aviones militares de Estados Unidos con migrantes deportados. El mandatario subrayó que solo aceptará vuelos civiles y cuando las personas repatriadas sean tratadas con "dignidad".
"Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece. Por eso hice devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos", expresó Petro en un mensaje publicado en la red social X.
El presidente izquierdista, crítico frecuente de las políticas migratorias de Donald Trump, no detalló cuántos vuelos estadounidenses intentaron aterrizar en Colombia ni cuántas personas estaban a bordo.
"No puedo hacer que los migrantes queden en un país que no los quiere; pero, si ese país los devuelve, debe ser con dignidad y respeto hacia ellos y hacia nuestro país", añadió Petro. "En aviones civiles, sin trato de delincuentes, recibiremos a nuestros connacionales. Colombia se respeta".
Sin embargo, según una investigación exclusiva del portal Webinfomil.com, el avión que transportaba a ciudadanos colombianos deportados desde Estados Unidos no era una aeronave militar, sino un Airbus A321 de uso civil.
De acuerdo con el medio, el vuelo era operado por la aerolínea GlobalX, especializada en vuelos chárter para el gobierno estadounidense. La aeronave tenía programado despegar este domingo a las 04:27 desde Alexandria, Louisiana, con destino a Bogotá, pero no pudo realizarse debido a la prohibición del gobierno colombiano.
Webinfomil.com también indicó que este tipo de vuelos se ha realizado regularmente en los últimos años bajo los mismos estándares. Según sus datos, durante 2024, 14.268 colombianos fueron expulsados de Estados Unidos mediante esta modalidad.
El anuncio de Petro se produce en medio de crecientes tensiones en América Latina por las deportaciones masivas impulsadas por el gobierno estadounidense. Brasil, por ejemplo, denunció el sábado el trato "denigrante" recibido por 88 ciudadanos brasileños deportados desde Estados Unidos, quienes, según testimonios, viajaron esposados "de pies y manos" y fueron privados de agua, aire acondicionado y acceso al baño durante el vuelo.
El gobierno del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva informó que solicitará explicaciones a las autoridades estadounidenses por estos hechos.
Por su parte, la Casa Blanca confirmó el inicio de deportaciones masivas, una de las principales promesas de campaña de Trump, quien asumió el cargo el 20 de enero. Los primeros vuelos de deportación con destino a Guatemala ya aterrizaron en ese país procedentes de Laredo, Texas.
Aunque fuentes del gobierno brasileño aclararon que estas expulsiones no están directamente relacionadas con las nuevas políticas de Trump, sino con acuerdos bilaterales previos, el episodio ha generado rechazo en la región.
En Colombia, Petro ha dejado claro que no permitirá que los migrantes colombianos sean tratados como delincuentes. El mandatario instó a Estados Unidos a establecer un protocolo que garantice condiciones dignas antes de recibir vuelos con deportados.
"Los Estados Unidos deben respetar a nuestros ciudadanos y a nuestro país. Las deportaciones deben realizarse en aviones civiles y con un trato acorde a la dignidad humana", concluyó el presidente colombiano.
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| Gustavo Petro rechaza y prohíbe entrada de aviones de EEUU con deportados colombianos, provocando crisis diplomática |
