Iran estaría a punto de recibir cazas Su-35 Flanker-E de fabricación rusa, según afirmaron funcionarios estadounidenses. La información fue revelada luego que se descubriera un programa para entrenar a un grupo de pilotos iraníes a volar uno de los aviones de combate más modernos de Rusia que se llevó a cabo durante la primavera.
Ese entrenamiento es parte de lo que las autoridades estadounidenses han catalogado como un nivel "sin precedentes" de asistencia militar y tecnológica que fluye de Moscú a Teherán y que está vinculado, al menos en parte, al apoyo de Irán a la guerra de Rusia en Ucrania, incluidas las entregas de drones kamikaze.
Altos funcionarios de la administración del presidente Joe Biden dijeron a los periodistas hoy que Rusia ha estado suministrando a Irán una variedad de sistemas de armas y otros equipos militares, incluidos helicópteros no especificados y sistemas de defensa aérea, así como otra asistencia, como el entrenamiento Su-35. Además de más drones kamikaze, el gobierno ruso aún busca adquirir cientos de misiles balísticos iraníes de corto alcance como parte de este intercambio.
Irán ha confirmado oficialmente que está interesado en el Super Flanker. El 5 de septiembre, el comandante general de brigada Hamid Vahedi de la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán [IRIAF] declaró que Teherán está interesado en adquirir el Su-35. El plan inicial era que Irán adquiriera otro caza ruso, el Sukhoi Su-30, pero luego lo abandonó y centró su atención en el Felon-E.
Los aviones que el gobierno ruso enviaría a Irán estarán disponibles para entrega en corto tiempo. Un lote de 24 aviones Su-35SE construidos originalmente para Egipto ha permanecido abandonado en Rusia desde hace varios meses debido las amenazas de sanciones CAATSA con los que Estados Unidos ha amenazado a El Cairo. La guerra de Rusia contra Ucrania solo ha hecho que sea aún más improbable que Washington le otorgue a Egipto una exención para completar la compra de los aviones de combate.
Estados Unidos está preocupado por la posible adquisición de cazas Su-35 por parte de Irán. Estos cazas mejorarían significativamente las capacidades de combate aéreo de la Fuerza Aérea Iraní y alterarían el balance militar de la región, especialmente con respecto a los principales oponentes de Teherán en el Medio Oriente, Israel y Arabia Saudita. Las fuerzas aéreas israelí y saudita operan algunos de los aviones de combate más avanzados del mundo, como los cazas furtivos F-35I Adir de Israel y los F-15SA Advanced Eagles de Arabia Saudita, y en cantidades significativas.
A excepción de unos pocos cazas rusos MiG-29 Fulcrum adquiridos en la década de 1990, Irán no ha adquirido ningún avión de combate nuevo. Como resultado, su Fuerza Aérea depende principalmente de los aviones F-4 Phantom II, F-14 Tomcat y F-5E/F Tiger II de fabricación estadounidense de la época de la Guerra Fría y de versiones modificadas localmente de esos aviones.
El portavoz de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, aseguró que Rusia e Irán atraviesan por una cooperación militar “a gran escala”, que incluye sistemas de defensa aérea y drones, en medio de la guerra del Kremlin en Ucrania y la represión de las protestas en la República Islámica contra la élite gobernante clerical. EE. UU. y Reino Unido señalan que a través del intercambio de armas con Teherán, Moscú incluso apunta a obtener cientos de misiles balísticos.
Rusia e Irán, una alianza militar que se profundiza y eleva las alarmas en Occidente.
El portavoz de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, aseguró que Rusia e Irán atraviesan por una cooperación militar “a gran escala”, que incluye sistemas de defensa aérea y drones, en medio de la guerra del Kremlin en Ucrania y la represión de las protestas en la República Islámica contra la élite gobernante clerical. EE. UU. y Reino Unido señalan que a través del intercambio de armas con Teherán, Moscú incluso apunta a obtener cientos de misiles balísticos.
Moscú se estaría moviendo para proveer a Teherán asistencia militar avanzada, incluidos sistemas de defensa aérea, helicópteros y aviones de combate.
Se trata de “un nivel sin precedentes de apoyo militar y técnico que está transformando su relación en una asociación de defensa de pleno derecho”, declaró en una rueda de prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby.
Es una cooperación de armas que fortalece las capacidades militares de Teherán en momentos en que ejerce una fuerte represión contra la ola de protestas en el país, que iniciaron el pasado septiembre por la muerte de la joven Mahsa Amini, pero que se han extendido a exigencias por la salida de la élite clerical que gobierna al país.
Además, Rusia estaría entrenando a pilotos iraníes para la maniobra de aviones caza Sukhoi Su-35, un tipo de aeronave del que recibirían ejemplares en un año. “Estos aviones de combate fortalecerán significativamente la fuerza aérea de Irán en relación con sus vecinos regionales”, aseguró Kirby.
Según el Gobierno de Estados Unidos, a cambio, la República Islámica proporciona al Kremlin cientos de drones para respaldar la guerra de Vladimir Putin en Ucrania.
Los dos aliados militares, incluso, evalúan instalar una línea de ensamblaje de aviones no tripulados en suelo ruso, agregó el alto funcionario de la Casa Blanca, que citó información de las agencias de inteligencia de su país.
Esta transferencia de arsenal militar podría ser más potente, debido a que Irán evalúa la venta de cientos de misiles balísticos a Rusia. Washington señala que aún no ha podido establecer por qué ese acuerdo no se ha consumado.
El vocero de Seguridad Nacional de EE. UU. sostuvo que este intercambio de armas violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y que Washington estaría “utilizando las herramientas a nuestra disposición para exponer e interrumpir estas actividades”.
Con las denuncias de la Casa Blanca coincidió el ministerio de Defensa británico, que tras citar información de las agencias de inteligencia de su país, indicó que Moscú ahora intenta obtener más armas. Entre ellas, cientos de misiles balísticos de Irán.
La cartera de Defensa indicó que es muy probable que Rusia ya haya utilizado una gran parte de las existencias de sus propios misiles balísticos de corto alcance SS-26 Iskander, que podrían transportar una ojiva de 500 kg hasta 500 km.
Londres afirma que si Moscú logra poner en funcionamiento una gran cantidad de esos proyectiles iraníes probablemente los usará para continuar y expandir su campaña de ataques contra la infraestructura crucial de Ucrania.
El Gobierno británico ve posible que el respaldo de Irán al Ejército ruso crezca en los próximos meses y, a cambio, Moscú probablemente ofrecerá a Teherán un nivel de apoyo militar y técnico "sin precedentes".
La última actualización de inteligencia del ministerio sostiene que la República Islámica se ha convertido en uno de los principales patrocinadores en armas del Kremlin desde que Vladimir Putin ordenó la invasión a Ucrania, el pasado 24 de febrero. Una cooperación que está transformado la relación de defensa entre Teherán y Moscú a niveles no vistos hasta ahora.
Rusia entregaría cazas Su-35 Flanker-E a Irán el próximo año |