La guerra traspasó en la noche de este martes las fronteras de Ucrania. Por primera vez desde que el Ejército de Rusia iniciara la invasión, sus armas afectaron a un tercer país, perteneciente además a la OTAN.
Al parecer lo hicieron de forma accidental, pero al menos dos personas perdieron al vida en la localidad polaca de Przewodow, en la provincia de Lublin, cerca de la frontera con Ucrania, tras el posible impacto de dos cohetes perdidos, según adelantó la emisora local Radio ZET al mencionar informaciones extraoficiales.
Los misiles destruyeron presumiblemente una instalación agrícola. Agentes de la Policía, la Fiscalía y el Ejército polaco se encontraban ya en el lugar de los hechos al cierre de esta edición.
El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Pat Ryder, informó de que, por el momento, Washington no contaba con información que vinculara a Rusia con el impacto de estos misiles, según CNN.
En cambio, Letonia, Lituania y Estonia atribuyeron la responsabilidad a Moscú. Fuentes diplomáticas confirmaron que Varsovia mantiene contactos de alto nivel con la UE y la OTAN ante un hecho que ha causado "la máxima preocupación" y donde "es crucial verificar con mucho cuidado el incidente". Las explosiones se produjeron durante uno de los bombardeos más intensos realizados por el Ejército ruso contra Ucrania.
Marcin Lebiedowicz, portavoz del Cuerpo de Bomberos de Hrubieszow, a unos 35 kilómetros al norte de Przewodow, confirmó que la localidad había sido escenario de explosiones cuyas causas todavía eran anoche desconocidas. "Hemos recibido una notificación de una explosión en el patio de secado (de una granja). Nada más llegar, confirmamos que algo así sucedió. Dos personas murieron", explicó a Radio Lublin.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, convocó de inmediato y con carácter extraordinario al Comité de Seguridad Nacional y Defensa del Consejo de Ministros, según adelantó el portavoz de Gobierno, Piotr Muller, en Twitter.
Éste sería el primer impacto directo que recibe un país miembro de la Alianza Atlántica desde el estallido de la guerra en Ucrania a finales de febrero. Durante la cumbre de la OTAN en Madrid, los aliados reafirmaron su inquebrantable compromiso con la defensa colectiva de todos los territorios de la Alianza si son atacados.
No obstante, algunos expertos militares precisaban anoche que la situación tendría dos lecturas diferentes según si se trata de una agresión deliberada o accidental, como parecería en este caso en el que algunas fuentes hablan de dos misiles fuera de control.
El Ministerio de Defensa de Rusia tildó en una primera declaración de "provocación deliberada" las acusaciones sobre su implicación en el impacto de misiles en Przewodow, según informa la agencia TASS. Anoche, los líderes de la Unión Europea mantenían un silencio prudente. Por su parte, el ministro de Exteriores de Estonia, Urmas Rinsalu, expresó su "máxima preocupación" y mostró su solidaridad con Varsovia. Además, aseguró que el país "está listo para defender cada centímetro del territorio de la OTAN".
El presidente lituano, Gitanas Nauseda, también envió un mensaje de apoyo a Polonia. El Gobierno lituano se mantiene en estrecho contacto con las autoridades polacas y Nauseda señaló que "el territorio de la OTAN debe ser defendido". Por su parte, el primer ministro checo, Ptr Fiala aseguró que de confirmarse el ataque por parte de Rusia, el incidente supondrá "una nueva escalada" por parte de Moscú.
El incidente se dió en una jornada en la que Rusia lanzó una nueva oleada de ataques sobre el territorio occidental de Ucrania. La visita del lunes a Jersón del presidente, Volodímir Zelenski; el avance de su Ejército hacia la orilla izquierda del río Dniéper en dirección hacia Crimea, el rechazo de Kiev a firmar un acuerdo de paz con Moscú mientras no queden liberados todos los territorios ocupados o los reproches contra el Kremlin durante la cumbre del G-20 en Bali podrían estar detrás del desencadenamiento del mayor bombardeo desde el comienzo de la guerra contra decenas de ciudades ucranianas. Una parte importante del centenar de misiles disparados por Rusia devastaron infraestructuras energéticas a lo largo y ancho de Ucrania, pese a que bastantes fueron derribados por la artillería antiaérea.
El portavoz de la Fuerza Aérea de Kiev, Yuri Ignat, aseguró que los rusos lanzaron alrededor de cien misiles del tipo X-101 y X-555. "Han superado a lo que hicieron el 10 de octubre, cuando dispararon 84 cohetes" y dañaron severamente el suministro eléctrico. El ministro de Energía, Guerman Galushenko, señaló que "se trata del bombardeo más masivo contra el sistema energético desde el comienzo de la guerra". La mayoría de los impactos se produjeron en el centro y norte del país.
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