Un avión de combate Lockheed Martin F-16C de la Fuerza Aérea de Estados Unidos se estrelló este lunes 13 de julio al aterrizar en la Base de la Fuerza Aérea Holloman, ubicada en el estado de Nuevo México, marcando el quinto accidente de un avión de combate de esta país desde el mes de mayo.
La base informó en un comunicado de prensa que el piloto, único tripulante de la aeronave, se eyectó con éxito antes que el avión se estrellara a eso de las a 18:00 hora local. El piloto del avión monoplaza asignado al Ala de combate 49° está siendo tratado por heridas leves en un centro médico.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos también informó que actualmente se está llevando a cabo una investigación para determinar la causa del incidente.
Los últimos dos meses han sido difíciles para la institución, que ha sido testigo de la pérdida de dos pilotos y cinco aviones.
El 15 de mayo, un caza F-22 Raptor de quinta generación se estrelló en la Base de Eglin en Florida. Unos días más tarde, un F-35A Lightning II Joint Strike Fighter, otro avión de quinta generación se estrelló en la misma base. Ambos accidentes, que ocurrieron durante vuelos de entrenamiento, no fueron mortales, ya que los pilotos pudieron eyectarse.
A mediados de junio, el teniente Kenneth "Kage" Allen de la Fuerza Aérea de EE. UU. murió cuando su F-15C Eagle se estrelló en el mar frente a la costa del Reino Unido durante un ejercicio de entrenamiento.
Y hace tan solo una semana, otro piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, el primer teniente David Schmitz, murió cuando su F-16CM Fighting Falcon se estrelló en la base de la Fuerza Aérea Shaw en Carolina del Sur durante una misión de entrenamiento de rutina.
Además de los cinco choques de aviones de combate, la Fuerza Aérea también ha sufrido incidentes graves como el colapso de un tren de aterrizaje de un F-35A en la Base de la Fuerza Aérea Hill en Utah y un avión de carga Hércules C-130H que sufrió una excursión de pista en Camp Taji en Irak.
