El Ministerio de Defensa de España adjudicó a la empresa gallega Urovesa un nuevo contrato para el suministro de vehículos todo terreno multipropósito para el Ejército de Tierra, el Ejército de Aire, la Armada y los Órganos Centrales de Contratación.
Esta nueva apuesta por la empresa con sede en Santiago y talleres en Valga garantiza seis años de trabajo para su plantilla, formada por 200 trabajadores, a través de un contrato avaluado en 146,3 millones de euros y que contempla la fabricación de entre 600 y 700 vehículos todoterreno.
El concurso fue adjudicado el pasado 25 de mayo, y en la actualidad se encuentra pendiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
Los todoterrenos objeto del contrato corresponden al modelo Vamtac, que se caracteriza por ser de tipo táctico, polivalente, con un sistema de tracción 4x4 permanente, suspensión de alta movilidad y que cuenta con una capacidad de carga útil estándar de al menos 1.500 kg.
En este sentido, el convenio recoge tres variantes básicas, que son la Alta Movilidad Táctica (AMT, no blindados); la Alta Protección (AP, con blindaje) y el Vadeo Sin Preparación (VSP, con blindaje y sistema de vadeo profundo). A su vez, esas tres variantes deben permitir su adaptación a diferentes misiones y roles desarrollados por las Fuerzas Armadas, tales como ambulancias, puestos de mando, comunicaciones tácticas y plataformas para misiles.
Así se prevé que se construyan hasta más de 20 versiones distintas, todas ellas sobre una base común y con las mismas prestaciones.
Algunas de las particularidades técnicas especiales que poseen los Vamtac son el sistema de tracción total que permite que, a plena carga, con una sola rueda con adherencia el vehículo pueda continuar la marcha o la capacidad para ser lanzado en paracaídas a baja cota, y ser transportado mediante helicóptero, como carga externa.
Asimismo, puede usar combustibles militares derivados del queroseno de aviación y las variantes blindadas disponen de protección balística, contra minas antipersona, minas anticarro y contra artefactos explosivos improvisados.
Además, las unidades con sistema de vadeo profundo, destinadas a la Armada, pueden evolucionar bajo el agua salada, hasta 1,5 metros de profundidad y durante dos horas. Poseen también la capacidad de inflar o desinflar las ruedas desde el puesto de conducción.
Gracias a todas estas características, las unidades militares de las Fuerzas Armadas dotadas de estos vehículos son especialmente aptas para poder desarrollar operaciones en conflictos y en misiones de paz.
Vamtac entró en producción por primera vez en 1998, y desde entonces ha venido incrementando sus prestaciones para adaptarse a los diferentes roles que se requieren en las Fuerzas Armadas de España y otros clientes en el extranjero. En la actualidad, la flota de Vamtac en servicio a nivel mundial supera las 5.500 unidades distribuidas en 20 países de Latinoamérica, Europa, África, Medio Oriente y Sudeste Asiático.
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