El Gobierno de Turquía ha denunciado este martes una segunda violación de su espacio aéreo por parte de aviones militares rusos, después de la reconocida por Moscú este lunes.
La penetración denunciada ahora por Ankara ocurrió el pasado domingo 4 de octubre.
El Ministerio de Exteriores turco ha confirmado a la agencia Efe que ha presentado una nueva queja diplomática y ha vuelto a citar al embajador ruso para pedir explicaciones.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha subrayado que lo sucedido "no parece un accidente". "No voy a especular con los motivos, pero no parece un accidente, y ya hemos tenido dos", ha declarado.
La OTAN ha advertido a Rusia de que sus aviones pueden ser abatidos si penetran en Turquía, miembro de la Alianza.
Segunda incursión en el fin de semana
El pasado sábado, un avión ruso penetró por primera vez en el espacio aéreo del sur de Turquía y provocó la salida de dos F-16 turcos que le obligaron a volver a Siria.
El Ministerio de Defensa ruso alegó que la incursión fue un error debido al mal tiempo.
Rusia lleva a cabo desde el miércoles pasado bombardeos aéreos en Siria dirigidos contra "grupos terroristas", según la expresión usada por las autoridades rusas.
Este mismo martes, según la televisión siria y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los cazas rusos han bombardeado varios objetivos en los alrededores de la ciudad de Palmira, donde habrían alcanzado una veintena de vehículos blindados, tres depósitos de municiones y tres rampas de lanzamiento de cohetes, además de matar a cuatro personas.
Sin embargo, Moscú ha negado rotundamente este martes haber lanzado bombardeos sobre la ciudad monumental. "Todas las informaciones de medios occidentales que señalan que aviones rusos han bombardeado en la ciudad de Palmira son mentiras absolutas", ha dicho el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, a la agencia Interfax.
"Nuestra aviación en Siria no está actuando sobre zonas pobladas, eso sin hablar de los monumentos arquitectónicos que hay allí", ha señalado el portavoz.
Turquía, al igual que otros países como Estados Unidos y Arabia Saudí, ha mostrado su recelo ante esta campaña aérea, ya que considera que el objetivo de Rusia es apoyar a su aliado Bachar al Asad.