Ucrania ha dado su paso más ambicioso hasta la fecha en la reconstrucción de su fuerza aérea al firmar una carta de intención con Suecia que podría permitirle adquirir hasta 150 cazas Saab JAS 39 Gripen, reemplazando así su envejecida flota de aviones de origen soviético. El anuncio se realizó el 22 de octubre en Linköping, durante una conferencia conjunta entre el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quienes presentaron el acuerdo como el inicio de una asociación estratégica a largo plazo destinada a reforzar las capacidades defensivas de Kiev.
El documento contempla la cooperación bilateral en materia de combate aéreo y defensa, e incluye la posibilidad de exportar la versión más avanzada del caza polivalente sueco, el Gripen E, desarrollado por Saab AB. Según el comunicado oficial del gobierno sueco, las discusiones actuales contemplan un rango de entre 100 y 150 aeronaves.
Kristersson destacó que el acuerdo “marca un paso hacia un posible contrato de exportación masivo de entre 100 y 150 Gripen, con el objetivo de construir una nueva y poderosa Fuerza Aérea Ucraniana”. Por su parte, Zelenski subrayó que la incorporación del Gripen es una prioridad dentro de la estrategia nacional de defensa, no solo para sustituir sus aviones de origen soviético, sino también para avanzar hacia una integración total con plataformas aéreas de fabricación occidental.
A pesar del entusiasmo, el primer ministro sueco recordó que “nada está cerrado todavía” y que “queda un largo camino por recorrer”, aunque confirmó el compromiso de ambas naciones para “explorar todas las posibilidades que permitan dotar a Ucrania de un número significativo de cazas Gripen en el futuro”.
Los aspectos financieros y logísticos siguen siendo los principales retos. El ministro de Defensa sueco, Pål Jonson, señaló que será necesario aumentar la capacidad de producción de Saab y definir mecanismos de financiación, que podrían incluir el uso de activos rusos congelados o fondos de aliados occidentales. De acuerdo con análisis publicados por Defense News, las primeras entregas podrían iniciarse dentro de tres años, con un despliegue completo que se extendería durante la próxima década.
El Gripen E es considerado especialmente adecuado para las necesidades operativas de Ucrania. Diseñado para operar desde pistas improvisadas o carreteras, ofrece una alta disponibilidad y costos operativos reducidos en comparación con cazas de quinta generación. Su versatilidad le permite ejecutar misiones aire-aire, aire-tierra y de reconocimiento, características que lo convierten en una opción atractiva para un país que debe mantener la operatividad en plena guerra y, al mismo tiempo, planificar la reconstrucción de su aviación militar.
La magnitud del proyecto, no obstante, es considerable. Requerirá una extensa infraestructura de mantenimiento, entrenamiento de pilotos y cadena logística, además de la adaptación de la doctrina táctica de la Fuerza Aérea Ucraniana. “Así comienzan los grandes proyectos estratégicos”, declaró un funcionario sueco durante la presentación de la carta de intención.
Para Kiev, este acuerdo simboliza un cambio de rumbo estratégico. Si bien Ucrania ya recibe cazas occidentales como los F-16 estadounidenses y los Mirage 2000 franceses, la eventual adquisición del Gripen constituiría una de las mayores operaciones de compra de cazas europeos de su historia, y al mismo tiempo, la exportación más significativa jamás realizada por la industria aeronáutica sueca.
El pacto no solo refuerza la relación bilateral entre Suecia y Ucrania, sino que también representa un mensaje político claro: la integración total de Ucrania en el ecosistema militar europeo y su tránsito definitivo hacia una aviación moderna, interoperable y sostenible, capaz de sostener sus defensas a largo plazo frente a la amenaza rusa.
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| Ucrania firma carta de intención con Suecia para la adquisición de hasta 150 cazas Saab Gripen E/F |


