El 24 de julio de 2025 marcó un hito trascendental para la industria naval y la defensa marítima de América Latina con la botadura en Cartagena del ARC “24 de Julio”, el patrullero oceánico más avanzado construido en la región hasta la fecha. Este evento, liderado por la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (COTECMAR), con la presencia del presidente Gustavo Petro y el ministro de Defensa Pedro Sánchez Suárez, refleja un salto cualitativo en la soberanía tecnológica de Colombia y su posicionamiento como potencia naval emergente.
El ARC “24 de Julio” es una plataforma oceánica multifuncional de 93 metros de eslora, 14 metros de manga y un calado de 3.9 metros, diseñada específicamente para operar en las complejas condiciones del Océano Pacífico y el Mar Caribe, donde tendrá que combatir amenazas a la seguridad que van desde el narcotráfico y la pesca ilegal hasta la trata de personas y la piratería.
Su desplazamiento, cercano a las 2,665 toneladas, lo convierte en uno de los buques más grande jamás construido para la Armada Nacional colombiana, y el diseño ha sido desarrollado íntegramente en Colombia, consolidando la independencia tecnológica y la capacidad industrial nacional.
Desde el punto de vista técnico, la patrullera incorpora tecnologías de punta en propulsión y sistemas de combate. El buque estará equipado con un cañón naval Leonardo 76/62 Compact, reconocido mundialmente por su precisión y capacidad de fuego rápido, complementado con estaciones remotas de armas livianas RWS (Remote Weapon Stations) que utilizan ametralladoras Browning M2A2. Estos sistemas están integrados a través del avanzado sistema de control de tiro DARET-ARC Barracuda 2.0, desarrollado por la industria local, que permite una gestión precisa y automatizada del armamento y sistemas electro-ópticos para vigilancia y adquisición de blancos en condiciones adversas.
Su planta propulsora combina motores diésel de última generación con sistemas auxiliares que optimizan el consumo y la autonomía, permitiendo misiones prolongadas de hasta 20 días sin reabastecimiento, y alcanzando velocidades de crucero cercanas a los 20 nudos. La configuración del casco ha sido optimizada mediante simulaciones hidrodinámicas avanzadas para mejorar la estabilidad y maniobrabilidad en condiciones oceánicas extremas, esenciales para operaciones de vigilancia, interdicción y búsqueda y rescate.
En términos de capacidades operativas, el ARC “24 de Julio” destaca por su versatilidad. Posee una cubierta de vuelo que está habilitada para la operación de helicópteros medianos, con capacidad de hasta 11 toneladas, lo que extiende el radio de acción y permite la rápida inserción de fuerzas, evacuación médica o tareas de inteligencia y reconocimiento. Asimismo, cuenta con una rampa de popa para el lanzamiento y recuperación de embarcaciones rápidas interceptoras, fundamentales para el control de tráfico ilícito en zonas costeras y oceánicas. Su equipamiento logístico incluye grúas con capacidad de hasta 5 toneladas y espacio para contenedores modulares, lo que facilita misiones de ayuda humanitaria y transporte de carga especializada.
Este proyecto refleja además un componente estratégico clave para la proyección naval colombiana: la capacidad de realizar actividades de control marítimo integral y proyección de presencia en zonas estratégicas de la plataforma continental, incluyendo áreas de alta biodiversidad y reservas marinas. La patrullera no solo incrementa la capacidad disuasoria ante amenazas tradicionales y no convencionales, sino que también fortalece las operaciones conjuntas con agencias civiles y fuerzas multinacionales en ejercicios de cooperación regional.
El proceso constructivo del patrullero, iniciado en 2023, ha sido supervisado bajo estándares internacionales de clasificación por Lloyd's Register, lo que garantiza la calidad, seguridad y durabilidad de la embarcación. La construcción utiliza más de 700 toneladas de acero naval y ha involucrado la mano de obra de más de 1.300 técnicos y especialistas colombianos, consolidando un polo tecnológico que posiciona a COTECMAR como referente regional en la industria naval.
Se espera que tras las pruebas de mar y ajustes finales, el ARC “24 de Julio” entre en operación a comienzos de 2026, momento en el cual Colombia contará con una plataforma capaz de operar con autonomía y eficiencia en los espacios marítimos nacionales, reforzando su presencia en la estrategia de seguridad marítima regional.
En un contexto geopolítico donde la protección de los recursos marinos y la lucha contra amenazas transnacionales requieren una respuesta tecnológica y operativa robusta, la botadura de esta patrullera es un claro indicio de que Colombia avanza hacia la consolidación de una Armada moderna y autosuficiente. Este avance no solo representa un triunfo tecnológico, sino un cambio estructural en la forma en que el país aborda su seguridad marítima y su proyección estratégica en América Latina.
La botadura del ARC “24 de Julio” coincidió con la presentación del Buque Hospital Benkos Biohó, otra innovación tecnológica de COTECMAR destinada a ampliar la presencia del Estado en regiones apartadas del litoral Pacífico. Este buque hospital, con 39 metros de eslora, cuenta con instalaciones médicas avanzadas que incluyen quirófano, laboratorio clínico, imágenes diagnósticas y telemedicina, además de un helipuerto que permite operaciones aéreas médicas. Su construcción evidencia el enfoque dual que busca conjugar desarrollo industrial, tecnología naval y impacto social.
Adicionalmente, la ceremonia incluyó la entrega del Bote Insular ARC “Isla San Andrés”, diseñado para labores científicas y de control marítimo en el archipiélago, y cuatro Botes de Operación Fluvial de Bajo Calado, que facilitan el acceso y control en ríos y zonas de difícil acceso en el marco de operaciones de la Infantería de Marina.
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Cotecmar y la Armada de Colombia lanzaron al mar el patrullero oceánico más moderno de América Latina: el ARC 24 de Julio |