La administración del presidente Donald Trump ordenó el despliegue de tres buques de guerra frente a las costas de Venezuela, en lo que constituye la operación naval más grande en el Caribe desde la invasión estadounidense a Panamá en 1989. En total, cerca de 4.000 marineros participan en la misión, cuyo objetivo oficial es reforzar la lucha contra el narcotráfico en América Latina.
De acuerdo con el Departamento de Estado, la movilización busca “contrarrestar amenazas contra la seguridad nacional de Estados Unidos provenientes de organizaciones narco-terroristas designadas en la región”. En este marco, Washington ha incrementado la presión contra Caracas, vinculando directamente al gobierno de Nicolás Maduro con estructuras criminales.
La operación contempla el despliegue del buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, capaz de transportar helicópteros, aeronaves y centenares de infantes de marina; el USS San Antonio, especializado en desembarco de tropas y equipo militar; y el USS Fort Lauderdale, orientado al transporte y apoyo logístico. A estas unidades se suma un submarino nuclear con capacidad de misiles y operaciones de inteligencia, presente en la zona desde hace dos semanas, junto con aviones de patrulla marítima P-8 Poseidón.
La presencia de estas fuerzas navales ha generado inmediata preocupación en Caracas. El presidente Nicolás Maduro afirmó que Venezuela está preparada para defender su territorio en todos los frentes. “Nuestros mares, nuestros cielos y nuestras tierras las defendemos nosotros. Ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela, ni de Sudamérica”, advirtió el mandatario en cadena nacional.
El contexto político añade mayor tensión a la situación. La semana pasada, Washington incrementó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, acusado de liderar el denominado “Cartel de los Soles”. En paralelo, el senador republicano Bernie Moreno, en gira por América Latina, aseguró que el gobierno chavista atraviesa “su fase final” y que la permanencia del mandatario en el poder es insostenible.
Aunque el Pentágono insiste en que la operación tiene fines de seguridad regional y combate al narcotráfico, el despliegue envía un mensaje directo a Caracas y eleva la confrontación política y militar en el Caribe.
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Estados Unidos despliega buques de guerra frente a Venezuela |