Brasil y Suecia han dado un nuevo paso en su cooperación en materia de defensa aeroespacial con la firma de una carta de intención para la ampliación de los acuerdos de adquisición y producción conjunta de aeronaves. El 9 de noviembre, los ministros de defensa Pål Jonson y José Múcio, en un encuentro en Natal, Brasil, anunciaron que Suecia está interesada en adquirir el avión de transporte Embraer C-390 Millennium, mientras que Brasil ampliará su flota de cazas F-39E Gripen con nueve unidades adicionales. Este acuerdo marca un importante hito en la alianza estratégica entre ambos países y subraya la intención de fortalecer la cooperación industrial.
Desde 2014, Brasil ha trabajado en conjunto con Saab, la empresa sueca fabricante del Gripen, para adquirir y co-producir estos aviones de combate en Brasil. Actualmente, de los 36 aviones Gripen contratados inicialmente, ocho ya están operativos en la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) mientras que un noveno caza, el FAB 4100, se emplea para pruebas y evaluaciones de desempeño en territorio brasileño.
El proyecto, además, involucra la coproducción de las aeronaves en instalaciones brasileñas de Embraer, lo que ha permitido a Brasil desarrollar su propia base tecnológica en la fabricación de aviones de combate, capacitando a ingenieros y técnicos locales. Según el Ministerio de Defensa de Suecia, este acuerdo representa un ejemplo de cómo “la cooperación aeroespacial es esencial para ambos países y la nueva carta de intención nos da una base para profundizar aún más esta colaboración”.
Ante la necesidad de reforzar su poder aéreo, Brasil ha comunicado su intención de incrementar el contrato inicial en un 25%, lo que supone la compra de nueve cazas adicionales. Esta expansión tiene como objetivo cumplir con los requerimientos estratégicos de la FAB, que proyecta incorporar hasta 30 cazas Gripen adicionales en los próximos diez años. La adquisición de estas nuevas unidades está impulsada, en gran medida, por la necesidad de reemplazar aeronaves antiguas, como los aviones de ataque AMX y los F-5EM/FM Tiger, que ya han alcanzado el final de su vida operativa.
A pesar de los beneficios que representa este aumento de la flota, la FAB enfrenta limitaciones presupuestarias que han complicado el cumplimiento del cronograma de entregas acordado con Saab. En declaraciones a CNN Brasil, autoridades de la FAB señalaron que están en proceso de renegociar el cronograma con Saab, detallando: “En cuanto a la adecuación del calendario de entrega, cabe destacar que depende de la disponibilidad presupuestaria, y los niveles obtenidos han sido inferiores a los necesarios para el proyecto”.
Este contexto ha llevado a la FAB a estudiar una modificación en los plazos de entrega, que se ajusten a las limitaciones de los recursos financieros actuales, lo cual podría retrasar la llegada de los nuevos cazas, con las entregas finalizando en la próxima década.
Por otro lado, Suecia ha manifestado un interés formal en el C-390 Millennium, el avión de transporte de carga y tropas desarrollado por Embraer. Este avión, que destaca por su versatilidad y capacidad para realizar diversas misiones (desde el transporte táctico hasta el reabastecimiento en vuelo), ya ha sido adquirido por países como Portugal y Países Bajos, además de estar en servicio en la propia FAB.
La posible compra de este modelo representa para Suecia una oportunidad de ampliar sus capacidades logísticas y tácticas, particularmente en el ámbito de operaciones internacionales de paz y misiones humanitarias. La carta de intención firmada en Natal autoriza a la Administración de Material de Defensa de Suecia (FMV) y a las Fuerzas Armadas Suecas a iniciar negociaciones para evaluar la adquisición del C-390, con lo cual se consolidaría esta alianza.
De acuerdo con declaraciones del ministro Jonson, esta compra fortalecería la colaboración industrial entre ambos países y abriría una nueva era de cooperación en la industria de defensa. “La adquisición del C-390 no solo representa una mejora en nuestras capacidades de transporte, sino que también refuerza nuestros lazos con Brasil en la esfera de la industria aeroespacial y la defensa” (Ministerio de Defensa de Suecia, 2024).
El reforzamiento de los lazos entre Brasil y Suecia en el ámbito de defensa no solo tiene un impacto directo en sus respectivas capacidades militares, sino que también impulsa el desarrollo de la industria local, en especial en Brasil, donde Embraer ha aprovechado esta colaboración para potenciar su presencia en el mercado global. La coproducción de los cazas Gripen y la posible exportación del C-390 demuestran que ambos países se están beneficiando de una relación basada en el intercambio tecnológico y la generación de empleo calificado.
Esta alianza estratégica llega en un momento crucial, pues tanto Brasil como Suecia buscan fortalecer sus capacidades defensivas en un contexto de creciente inestabilidad internacional. Además, el acercamiento en materia de defensa podría abrir la puerta a futuros proyectos conjuntos en otras áreas tecnológicas.
Brasil compraría 9 cazas Saab F-39E Gripen adicionales para fortalecer su poder aéreo |