La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ha encargado a Lockheed Martin Aeronautics la entrega de dos aviones C-130J Hercules para misiones de vigilancia de huracanes. La agencia anunció el contrato el viernes pasado, destacando que estas aeronaves de cuatro motores se convertirán en la próxima generación de "cazadores de huracanes", reemplazando a los antiguos WP-3D Orion que han estado en servicio desde la década de 1970.
El contrato, financiado en parte por la Ley Suplementaria de Asignaciones para Alivio de Desastres de 2023, cubre tanto la adquisición de las aeronaves como el diseño e instalación de equipo especializado necesario para su función como laboratorios voladores. La NOAA también tiene la opción de añadir más aviones si fuera necesario.
Los nuevos C-130J entrarán en operación en 2030 y, según la NOAA, los datos que recogen durante sus vuelos mejoran la precisión de sus pronósticos entre un 15% y un 20% en cuanto a la trayectoria de las tormentas, y entre un 10% y un 15% en la intensidad de las mismas. Esta mayor exactitud permitirá a la agencia proporcionar advertencias con mayor antelación, lo que facilitará la toma de decisiones más efectivas respecto a evacuaciones en áreas costeras, cuya población sigue creciendo.
Cada uno de los C-130J será adaptado con el mismo radar de modos múltiples que actualmente utilizan los WP-3D, aunque las nuevas aeronaves, por su mayor tamaño, podrán transportar una mayor cantidad de equipo científico. Entre las mejoras se incluyen lanzadores automáticos de dropsondas, conectividad de internet de alta velocidad, radar Doppler de escaneo vertical y puertos para instrumentos de investigación que medirán vientos en superficie, olas y condiciones oceánicas.
Además, los C-130J tendrán la capacidad de lanzar y controlar sistemas de aeronaves no tripuladas, lo que permitirá a la NOAA recopilar datos en áreas de tormentas que tradicionalmente han sido difíciles de medir. Estas aeronaves estarán basadas en el Centro de Operaciones Aéreas de la NOAA en Lakeland, Florida.
Chad Cary, director de Operaciones Marinas y Aéreas de la NOAA, destacó la importancia de esta adquisición: "La incorporación de estos C-130J altamente capacitados a nuestra flota garantiza que la NOAA pueda seguir proporcionando al público, a los tomadores de decisiones y a los investigadores información precisa, oportuna y que salva vidas sobre fenómenos meteorológicos extremos. Nuestra experiencia de más de 50 años recopilando datos sobre huracanes y otros fenómenos atmosféricos nos permitirá mejorar aún más las capacidades de estas aeronaves especializadas".
Este nuevo proyecto refuerza el compromiso de la NOAA con la innovación tecnológica y la preparación frente a desastres naturales, marcando un paso crucial en la modernización de sus recursos para el monitoreo climático y la seguridad pública.
La NOAA de EEUU seleccionó los C-130J Hercules como la nueva generación de aviones cazadores de huracanes |