Ucrania presiona para convencer a sus aliados internacionales de que crucen otra línea roja marcada por Rusia: la del envío de aviones de combate. El coronel Yuri Ihnat, portavoz de la Fuerza Aérea ucrania, ha confirmado a El País que el paquete al que aspira Kiev incluye 24 cazas: dos escuadrones con 12 aviones de combate cada uno, idealmente los F-16 estadounidenses.
"El F16, un avión multipropósito, que es el más extendido en el mundo, puede ser la mejor opción para las Fuerzas Aéreas de Ucrania", ha afirmado en una rueda de prensa el militar. "Pronto estarán en los cielos de Ucrania", ha añadido, por su parte, el secretario de Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danílov, que el viernes publicó este viernes un vídeo con imágenes promocionales del F16 en Facebook.
Ihnat ha reconocido que las negociaciones políticas detrás de una operación de esta envergadura son complejas, al tiempo que ha confirmado que, al menos en el corto plazo, el ejército ucraniano no podrían contar con estas aeronaves en el campo de batalla. La razón: se necesitan al menos menos medio año para formar a los pilotos y a los equipos de mantenimiento en tierra.
El medio de comunicación estadounidense "Politico" también informó el 28 de enero de que algunos oficiales militares de Estados Unidos están instando al Pentágono a que apruebe el envío de cazas F-16 a Ucrania.
Los aviones de combate han sido solicitados en varias ocasiones por el gobierno ucraniano, y fuentes cercanas a las discusiones dicen que los aviones F-16 podrían potencialmente ayudar a los militares ucranianos a defenderse de los ataques con misiles y aviones no tripulados.
Hasta la fecha, la Casa Blanca se ha centrado en el envío de misiles de medio alcance y sistemas de defensa antiaérea.
Con Ucrania preparándose para lanzar una nueva ofensiva en primavera -y con Rusia planeando hacer lo mismo- ahora sería sin duda el momento de enviar cazas F-16 a Ucrania si la Casa Blanca tiene alguna intención de hacerlo.
La solicitud de los aviones se produce cuando Kiev considera una gran victoria el anuncio de la administración Biden confirmando que donaría treinta tanques M1 Abrams al ejército ucraniano. Al mismo tiempo, el canciller alemán Olaf Scholz, confirmó que su país proveerá a Ucrania de tanques Leopard II y autorizara que otros Leopard que disponen sus aliados europeos también sean transferidos a Ucrania.
Estos envíos de tanques de los socios occidentales es una señal fuerte de su participación en la guerra de Ucrania ya que desde que proveyeron los lanzadores HIMARS hasta ésta inminente entrega no se había transferido sistemas de armas de tanta importancia.
En cualquier caso, Ucrania ha dejado claro que tras el acuerdo entre EE UU y Alemania para enviar tanques pesados a sus tropas, el país invadido debe centrarse en elevar su potencia aérea. Para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el refuerzo de su Fuerza Aérea con aviones de combate de cuarta generación como los F-16 es una tarea prioritaria. "La agresión rusa puede y debe ser detenida con armamento adecuado", ha reiterado el mandatario en su habitual discurso nocturno.
Con más misiles de largo alcance en camino, tanques enviados desde Estados Unidos y Alemania a Ucrania y la idea de enviar cazas F-16 cobrando fuerza en Washington, parece que los líderes occidentales están ahora menos preocupados por las represalias de Rusia.
Durante el último año, los líderes occidentales se han resistido a las peticiones de Ucrania de armamento y vehículos más modernos, primero enviando armas de la era soviética con las que los soldados ucranianos estaban familiarizados y más tarde enviando armas estándar de la OTAN y coordinando la formación necesaria.
Sin embargo, incluso cuando Occidente empezó a enviar armas de la OTAN, se tuvo cuidado de asegurar que Rusia no viera la medida como un acto de guerra por parte de Occidente.
Aunque Estados Unidos y otros aliados siguen teniendo cuidado de minimizar las posibilidades de que Rusia amplíe el alcance de su agresión, lo cierto es que parece que los países occidentales están menos preocupados por la respuesta de Putin de lo que lo estaban hace tan sólo seis meses.
Ucrania aspira a obtener un escuadrón de 24 cazas F-16 de sus aliados internacionales, mientras la idea toma fuerza en Occidente |