Full width home advertisement

Destacado

Industria

Mundo

Colombia

Latinoamérica

Post Page Advertisement [Top]

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, rechazó la solicitud del Gobierno de Alemania para hacer un envío de municiones de tanques para que luego estas sean trasladadas a Ucrania.

"Lula dijo que no, argumentando con que no vale la pena provocar a los rusos. Brasil mantiene una postura de neutralidad por motivos económicos, reusándose a participar en las sanciones contra Rusia", indica el medio Folha de Sao Paulo.

La publicación precisa que el mandatario tomó dicha decisión durante una reunión con los jefes de las Fuerzas Armadas de Brasil, así como el ministro de Defensa, José Múcio. El encuentro tuvo lugar en vísperas de la destitución del comandante del Ejército, Júlio Cesar de Arruda.

El líder brasileño se ha pronunciado en reiteradas ocasiones a favor de resolver el conflicto en Ucrania a través del diálogo.

Según oficiales militares y políticos consultados por Folha, Arruda dijo que Brasil recibiría 25 millones de reales (unos USD 5 millones) por un lote de munición almacenada para sus tanques Leopard 1.

La petición de munición para el Leopard-1 sugiere que Berlín también está dispuesto a ofrecer el modelo antiguo del tanque, del que el fabricante Rheinmetall tiene 88 unidades en stock. De hecho, la empresa ya comenzó el reacondicionamiento de los vehículos pero el principal problema actual es la munición.

Además de Alemania, sólo operan Leopard-1 Brasil (261 unidades, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres), Chile (30), Grecia (500) y Turquía (397). 

El tanque tiene un viejo cañón de 105 mm de calibre estándar, mientras que el Leopard-2 utiliza munición de 120 mm. Por eso se necesita la munición brasileña.

De acuerdo con el informe de Folha de Sao Paulo, Lula dijo que no, argumentando que no valía la pena provocar a los rusos. El medio local afirma que el veto de Lula se explica por la necesidad de importación de fertilizantes, vitales para la agroindustria del país. Rusia lidera este mercado desde hace años, vendiendo una media del 22% del producto consumido por los brasileños entre 2018 y 2022.

Brasil, a pesar de haber condenado en la ONU la invasión iniciada el 24 de febrero de 2022, mantiene desde la gestión de Jair Bolsonaro una posición de neutralidad por razones económicas, negándose a participar en las sanciones contra la Rusia del presidente Vladimir Putin. Con esta decisión, Lula ratifica la postura de su antecesor.

En 2022, el gobierno de Bolsonaro ya había rechazado pedidos del gobierno ucraniano para negociar la adquisición de otros sistemas, como un lote de 100 a 1.500 blindados guaraníes, fabricados en Brasil por la italiana Iveco.

Los equipos bélicos que se entregarán a Ucrania han generado críticas no solo del Gobierno de Rusia, que considera que revelan una participación directa de países de Occidente en su contra mediante el conflicto ucraniano, sino también de líderes extranjeros, como los presidentes de México y Colombia, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro, respectivamente.

Así, durante la Cumbre de la CELAC que se celebró este 24 de enero en Argentina, el mandatario colombiano eveló que EEUU trató de negociar con su Gobierno la entrega de armas rusas adquiridas previamente con el fin de enviarlas a Ucrania.

"Colombia en los años que han pasado, no en mi Gobierno, compró material militar ruso: helicópteros, etc., para sus propios fines al interior del país. Este material está ahí. Tiene problemas de sostenimiento porque la asistencia ahora es imposible para cambiar partes, etc.", recordó durante una rueda de prensa en el marco de la Cumbre de la CELAC.

"En alguna conversación con la señora Richardson [la jefa del Comando Sur de Estados Unidos] y otras personas de Estados Unidos, ellos me pidieron que [...] se lo entregásemos para dárselo a Ucrania, y les dije que la Constitución colombiana tiene por mandato la paz", expresó el mandatario colombiano.

Petro aseveró que América Latina, en vez de escoger entre los bloques de potencias mundiales, tiene que optar por la paz y construcción del diálogo.

"No estamos con ninguno, estamos con la paz", prosiguió y agregó que ningún arma rusa que esté en Colombia va a ser usada en Ucrania.

Durante una charla organizada por el think tank Atlantic Council, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, aseguró que su país trabaja para que las naciones de América Latina que posean equipo militar de origen ruso donen dicho armamento a Ucrania y lo reemplacen con armas estadounidenses.

Al respecto, el Gobierno de Rusia indicó que seguirá de cerca la situación en torno a los intentos de Washington de persuadir a los países latinoamericanos para que transfieran armas a Ucrania, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Entre otras cosas, subrayó que las relaciones con Estados Unidos no pueden mejorar en un futuro próximo y Occidente debe "arrepentirse del cinismo".

"Pero lo que es muy importante aquí son, digamos, las restricciones legales y jurídicas sobre cualquier suministro a terceros países porque cualquier suministro está sujeto a ciertas obligaciones por parte de los países que reciben productos militares. Por lo tanto, por supuesto, vamos a seguir esto muy de cerca", respondió Peskov cuando se le preguntó si los socios latinoamericanos estaban seguros de que "no irían junto con Estados Unidos".
Lula vetó el envío a Alemania de municiones para los tanques que se entregarán a Ucrania