Debido a la baja moral y a la reticencia a luchar en Ucrania, las el Ejército Ruso de Vladimir Putin ha comenzado a desplegar “tropas de barrera” o “unidades de bloqueo” que amenazan con disparar a sus propios soldados en retirada y que han sido utilizadas en conflictos anteriores por las fuerzas rusas, según informó una actualización de inteligencia sobre el la invasión de Ucrania publicada por el Ministerio de Defensa británico.
Según el documento, los generales rusos abrieron la posibilidad de disparar contra quienes se retiren de la batalla “después de haberles advertido”.
La actualización de inteligencia también afirmó que los generales rusos probablemente querían mantener posiciones defensivas en Ucrania hasta la muerte. La táctica de disparar a los desertores probablemente atestigua la baja calidad, la baja moral y la indisciplina de las fuerzas rusas, según el Ministerio de Defensa Británico.
Cabe recordar que el presidente Vladimir Putin anunció una "movilización militar parcial" de las reservas militares rusas el pasado 21 de septiembre de 2022, que luego declaró "movilización total" el 28 de octubre. Inmediatamente después del anuncio de la movilización, decenas de miles de rusos huyeron -o intentaron huir- del país para escapar del reclutamiento forzado.
Más de la mitad de los rusos estaban temerosos o ansiosos por la movilización de Putin, según una encuesta publicada por el Centro Levada independiente el 29 de septiembre de 2022, poco más de una semana después del anuncio.
Fuentes de inteligencia occidentales y ucranianas informaron a lo largo de septiembre y octubre que las tropas reservistas rusas recién movilizadas estaban mal equipadas y mal entrenadas para el combate.
A mediados de octubre, el sitio de noticias ruso Mediazona informó de que “los oficiales de las comisarías militares de Moscú acudieron a los centros de caridad que proporcionan refugio y alimentos a los necesitados y sin hogar, así como a los albergues donde viven los trabajadores inmigrantes, y les obligaron a alistarse en el ejército ruso”. Lo más probable es que esto fuera un esfuerzo por alcanzar la cuota de movilización de 300.000 nuevos soldados.
Sin embargo, las nuevas tropas obligadas a servir en el ejército, ya sean pobres, trabajadores inmigrantes o ciudadanos rusos corrientes, carecen al parecer de alimentos, uniformes, dinero y lugares donde dormir, según una declaración publicada por el Ministerio de Defensa ucraniano a principios de octubre.
Según la agencia de noticias EFE, soldados de la 155ª Brigada de Infantería de Marina se quejaron ante el gobernador de la región rusa de Primorie por las 300 bajas en sus filas causadas en una ofensiva contra la localidad de Pavlika, en la región separatista del Donetsk.
El sitio ruso independiente Meduza precisó que las víctimas se produjeron en cuatro días de intensos combates. La brigada perdió además la mitad de sus blindados y equipo militar después de quedar rodeados por las tropas ucranianas.
La protesta de los soldados de Primorie no es la única. El lunes medios rusos independientes informaron que 21 movilizados se negaron a luchar y fueron recluidos en un sótano en la aldea de Zavitne Bazhannya, en la provincia de Donetsk, según una carta de las esposas y madres citada por EFE.
Este martes se conoció un video grabado por ocho familiares de movilizados cerca de la oficina de registro y alistamiento militar en Pavlovsk, en la región rusa de Vorónezh, para exigir la vuelta de sus familiares del frente.
La madre de uno de los movilizados, Marina Kretova, dijo que su hijo solo fue llevado al campo de tiro una vez durante el entrenamiento de dos semanas.
Meduza se hizo eco además de videos grabados por movilizados en Tatarstán que exigieron a sus superiores mejorar sus condiciones al quejarse de la falta de agua, leña para calentarse y de la entrega de armas obsoletas.
Entretanto, en la república rusa de Chuvashia, más de cien movilizados se negaron a principios de mes a luchar en Ucrania por no haber recibido aún ningún pago de los 195.000 rublos mensuales (US$3184) prometidos. Ante las quejas, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que adelantó este martes el pago de los salarios del mes pasado.
En tanto, es inminente el comienzo de la batalla de Jersón. Las autoridades prorrusas reconocieron la superioridad numérica de las fuerzas de Kiev en esa provincia del sur del país.
”No vemos ningún tipo de ofensiva masiva” en Jersón por parte de Ucrania, destacó el vicegobernador instalado por Rusia en esta región anexada, Kiril Stremoúsov. No obstante, dijo que hay “miles” de soldados ucranianos en las afueras” del territorio.
El funcionario admitió la “superioridad numérica de las Fuerzas Armadas de Ucrania” en la zona. ”Estamos listos para cualquier decisión, incluso las más difíciles”, recalcó. Según fuentes militares ucranianas, en la ciudad permanecen entre 60.000 y 70.000 residentes frente a los 320.000 de antes de la guerra.
Rusia desplegó unidades de fusilamiento para castigar a desertores que se retiren de los combates en Ucrania |