El Ministerio de Defensa de Taiwán denunció que 28 aviones de combate chinos sobrepasaron la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa el pasado 15 de junio, el mayor número en un solo día desde que comenzó a hacer públicas estas incursiones el pasado septiembre de 2019.
Según un comunicado de Defensa, se trata de un avión antisubmarinos Y-8, un avión de reconocimiento, cuatro bombarderos H-6, dos aviones-radar KJ-500, seis cazas J-11 y 14 cazas J-16. La Fuerza Aérea taiwanesa emitió advertencias por radio desplegó aviones interceptores y movilizó sus unidades hasta que los aviones chinos abandonaron la zona, agregó la nota.
La cifra de aviones militares chinos que se adentran en la ADIZ taiwanesa ha aumentado en los últimos meses, y esta última incursión se produce después de que el G7 mencionase en una declaración "la preservación de la estabilidad en el estrecho de Taiwán" como una de sus prioridades.
China rechazó el 14 de junio el comunicado del G7 acordado tras su última cumbre en Carbis Bay (Reino Unido) al afirmar que "distorsiona los hechos" sobre varios asuntos -entre ellos Taiwán- "para difamar deliberadamente a China" y que "la declaración interfiere en los asuntos internos de China, lo cual viola las normas que rigen las relaciones internacionales. Estamos muy insatisfechos y nos oponemos firmemente".
Las tensiones entre Pekín y Taipéi aumentaron considerablemente durante el mandato del expresidente estadounidense Donald Trump, que dio prioridad al fortalecimiento de las relaciones con Taiwán, incluida la venta de armas, pese a que en 1979 Washington rompió sus relaciones con Taipéi, que se convirtieron en informales tras reconocer a la República Popular.
En abril 2021, el Gobierno de Joe Biden reafirmó su apoyo a la isla durante una reunión que mantuvieron en Taipéi tres ex altos cargos estadounidenses con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, a la que Pekín respondió con maniobras militares en la zona.
Taiwán se considera un territorio soberano con Gobierno y un sistema político propios bajo el nombre de República de China desde el final de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas en 1949, pero Pekín mantiene que es una provincia rebelde e insiste en que retorne a lo que denomina patria común.