En total son 365 personas entre chilenos y norteamericanos que están participando del Ejercicio Combinado Chilemar VII, el cual más allá de los desafíos logísticos que presenta la simulación de rescate y salvataje de un submarino siniestrado, la dotación del AGS – 61 “Cabo de Hornos”, donde está la mayor cantidad de personal estadounidense, han podido realizar un excelente trabajo desde el inicio de la operación.
Durante los días que han estado en el mar, los tripulantes navales norteamericanos y chilenos no sólo han debido compartir en maniobras, sino que también el día a día, como son los horarios de comida y el descanso. El Cabo Segundo Sebastián Santibáñez, encargado de la Sala de Consolas de Operaciones Acústicas, ha sido uno de los encargados de hacer sentir como en casa a los extranjeros, “la Armada Norteamericana si bien tiene sus costumbres, nosotros hemos tratado de acostumbrarnos también a ellos y ha sido bastante amigable el tema de la convivencia. Además es enfático en señalar, que “en la parte personal realmente están todos muy contentos de realizar esta misión, siendo una satisfacción trabajar con la Armada Norteaméricana, ya que es una Marina con mucho prestigio a nivel mundial”.
A la hora de trabajar en las diversas maniobras, tampoco ha habido impedimentos, el inicio de la operación fue el traslado de las toneladas de material de rescate y salvataje que trajeron los estadounidenses, fue el Sargento Primero Navegante Submarinista, Frank Herrera, Instructor de la Escuela de Submarinos, uno de los encargados de coordinar desde la llegada de los materiales hasta lo más básico que pudieran requerir, “mi labor ha sido proveer todas las necesidades que tuvieran en el sentido doméstico y laboral, dándoles a conocer la ciudad de Talcahuano desde diferentes perspectivas, como cuáles son los lugares para recorrer, en dónde comer; y en el aspecto técnico de sus necesidades, ya sea un perno o hasta el cambio de las grúas que ellos requirieron, desde el día que llegaron hasta el momento en que se está desarrollando la actividad”.
En total desde Estados Unidos viajaron más de 70 toneladas de equipos de rescate y salvataje, fue el mismo Sargento Herrera, quien comentó cómo llegaron hasta la región del Biobio, “principalmente la maniobra se desarrolló vía aérea y terrestre con 9 camiones, que desde Santiago se trasladaron hasta el molo 500 de la Base Naval de Talcahuano y desde ahí se embarcaron en los diferentes buques destinados para el ejercicio”.
Para el Marinero Carlos González, de la partida de maniobra del buque “Cabo de Hornos”, ha sido toda una experiencia enriquecedora a su corta edad, “como especialista tengo que verificar la seguridad de la maniobra, apoyarnos mutuamente con los norteamericanos y en ese sentido tener la coordinación de “amarrarnos” al buque y que salga bien el ejercicio”.
Por parte de la Armada Norteamérica, el Master Chief grado 9, Robert Lazarin, comentó que, “el trabajo es muy duro, horas largas pero es un placer trabajar con la Armada de Chile, son muy amables y muy profesionales. La experiencia es buena pero hay días largos y mucho que hacer”.
Mientras el Cabo Segundo, Carlos Rojas, encargado de toda la maquinaria auxiliar del buque, resalta que el trabajo en conjunto “ha sido una buena experiencia porque es grato trabajar con gente distinta a la que una se relaciona a diario como son los compañeros que uno tiene en el buque”. Respecto a la hora de trabajar comentó que “las maniobras son súper parecidas a las de ellos, entonces no ha habido tanto problema con el lenguaje, porque para mover la grúa y dar las ordenes de mando se usan puras señas similares y fáciles de comprender”.
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