Argentina ha comenzado los ensayos en tierra de una variante mejorada del avión de ataque ligero contrainsurgencia FAdeA IA-58 Pucará, designado IA-58H.
Un avión utilizado como banco de pruebas (el avión de serie A-561) fue sometido a pruebas de motor en tierra en la planta de FAdeA en Córdoba, en el centro de Argentina, el 24 de agosto, dijo una fuente. El trabajo se está realizando en el marco del esfuerzo más amplio de actualización IA-58H para el Pucará, anteriormente conocido como el programa FAS1160.
Un boletín emitido por FAdeA en julio revela que el biturbohélice IA-58H sera impulsado por los motores Pratt & Whitney Canadá PT-6A-62 con hélices de cuatro palas en lugar de los tradicionales motores Turbomeca Astazou XVIG con hélices de tres palas. Este nuevo motor también se utiliza en los entrenadores Korean Aerospace Industries KT-1, Pilatus PC-9 y el PZL-130TC Orlik.
Otra mejora para el IA-58H es la integración de aviónica moderna para lograr la compatibilidad con el jet de entrenamiento avanzado y ataque ligero FAdeA IA-63 Pampa . Esta nueva suite de aviónica incluye una pantalla multifuncional en cada cabina, controles HOTAS, el blindaje de la cabina y del motor, sistemas de comunicación mas modernos, y la sustitución de piezas obsoletas.
FAdeA está siendo ayudado en su labor de modernización del motor por Israel Aerospace Industries, mientras que Elbit Systems participa en la actualización de la aviónica .
Originalmente se ordenaron un total de 60 Pucará biplazas por parte de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), con las entregas comenzando en 1975. Después de la entrega de este lote se completo, se ordenaron y recibieron 48 aviones adicionales a finales de 1986.
De los 108 Pucaras recibidos, 24 se perdieron durante la Guerra de las Malvinas en 1982 (ya sea derribados, destruido en el suelo, o capturados), mientras que ocho fueron vendidos a Uruguay, tres a Colombia y cuatro a Sri Lanka.
Mientras que la FAA tiene apenas 15 Pucará aeronavegables en su inventario, tiene la intención de actualizar un total de 20 aviones al estándar IA-58H en 2020. Una vez modernizado, estos aviones debe permanecer en servicio hasta 2045.
Aunque es una vieja estructura, el Pucará sigue siendo una plataforma de ataque a tierra muy potente. Con una carga útil de 1.500 kg, está armado con dos cañones de 20 mm Hispano DCA-804 (cada uno con 270 rondas), ubicados en la parte inferior del fuselaje delantero; cuatro ametralladoras de 7,62 mm FN Browning M2-30 (cada uno con 900 rondas) a los lados del fuselaje a la altura de la cabina; y puede llevar a una serie de bombas, bombas de racimo, bombas incendiarias, minas, torpedos, misiles aire-tierra, pods con cámaras, y/o depósitos de combustible auxiliar.
El Pucará tiene una velocidad máxima de 405 nudos (750 km/h; 466 mph), un techo de servicio de casi 33.000 pies, y un radio de combate lo-lo-lo de 121 millas náuticas (224 km; 139 millas) con una carga completa de armas.