La fragata Mogami mejorada ofrece un alcance de hasta 10.000 millas náuticas y está equipada con un sistema de lanzamiento vertical de 32 celdas, misiles superficie-aire y antibuque. Según el Ministerio de Defensa australiano, la propuesta de Mitsubishi Heavy Industries resultó la más adecuada para cumplir en plazos acelerados los requerimientos estratégicos de la Fuerza de Defensa Australiana.
La adquisición busca fortalecer rápidamente la capacidad de superficie de la Armada, en un contexto regional caracterizado por crecientes tensiones y competencia marítima. El plan contempla la construcción de las tres primeras fragatas en Japón, con entrega del primer buque en 2029 y entrada en servicio en 2030, cinco años antes de lo previsto por administraciones anteriores. Posteriormente, la producción se trasladará a Australia, en las instalaciones del complejo naval de Henderson, en línea con la política de construcción naval continua.
El proyecto forma parte de la inversión de 55.000 millones de dólares australianos que Canberra destinará en la próxima década para duplicar el tamaño de su flota de combate de superficie. En total, se estima que la iniciativa generará hasta 10.000 empleos altamente especializados, además de consolidar la infraestructura industrial naval del país.
Estas fragatas reemplazarán a las actuales unidades de la clase Anzac y estarán integradas junto a los destructores Hobart modernizados y las fragatas Hunter, conformando una fuerza de superficie más numerosa y letal. Con una capacidad ampliada de defensa aérea y guerra antisubmarina, se busca reforzar la protección de rutas comerciales y los accesos estratégicos del norte australiano.
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Australia elige la fragata Mogami japonesa como nuevo pilar de su flota de superficie |