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El Ejército de Estados Unidos ha adjudicado a una empresa con sede en Florida un contrato por valor de algo más de 118 millones de dólares para suministrar más cañones antiaéreos autopropulsados Gepard de 35 mm de fabricación alemana al ejército ucraniano. Los Gepard en cuestión parecen ser antiguas variantes holandesas que fueron vendidas a Jordania hace aproximadamente una década.

El Pentágono anunció ayer el acuerdo del Ejército con Global Military Products, Inc. de Tampa (Florida), valorado en 118.375.740 dólares, en su anuncio diario de contratación. Alemania ya ha suministrado docenas de estos vehículos a las fuerzas armadas de Ucrania, que los han estado utilizando con buenos resultados, especialmente contra misiles de crucero y aviones no tripulados rusos.

La nueva compra estadounidense de los Gepard se financia a través de la Iniciativa de Ayuda a la Seguridad de Ucrania (USAI), creada antes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Este mecanismo de ayuda a la seguridad está específicamente destinado a contribuir a la adquisición de armamento y otros equipos, junto con adiestramiento y otros servicios de apoyo, en nombre de Ucrania. Además, a diferencia de los retiros de armamento directamente de las reservas militares estadounidenses para su transferencia a las fuerzas armadas de Ucrania, la USAI puede utilizarse para comprar artículos que no se encuentran en el inventario estadounidense, como el Gepard.

No está claro cuántos Gepard se están comprando para Ucrania a través del contrato con el Ejército estadounidense ni cuándo podrían llegar a ese país. El anuncio de contrato no dice explícitamente de dónde vienen los vehículos, pero sí dice que el "trabajo se llevará a cabo en Ammán, Jordania, con una fecha estimada de finalización del 30 de mayo de 2024", Esto también implica que los vehículos requieren un cierto grado de reacondicionamiento u otra atención antes de que puedan ser entregados.

Jordania tiene Gepards que podrían ser adquiridos para su transferencia a Ucrania. En 2013, el gobierno de los Países Bajos llegó a un acuerdo para vender 60 Gepards retirados al ejército jordano. Esa venta también incluía 350.000 cartuchos de munición de 35 mm y piezas de repuesto, entre otros artículos. Las fuerzas armadas holandesas habían adquirido un total de 95 Gepards a partir de la década de 1970 y habían almacenado los ejemplares restantes en 2006.

Los Gepard holandeses difieren de las variantes que se fabricaron durante la Guerra Fría para lo que entonces era el ejército de Alemania Occidental en su radar. La versión holandesa tiene un radar de búsqueda en banda X y un radar de seguimiento que puede operar en las bandas X y Ka. La variante alemana tiene un radar de búsqueda en banda S y un radar de seguimiento en banda Ku. Los diferentes radares hacen que los dos tipos sean visualmente distintos.

Todas las variantes del Gepard llevan un par de cañones automáticos de 35 mm montados en una sola torreta junto con los radares de búsqueda y seguimiento. Los vehículos utilizan un casco y un chasis basados en el diseño del carro de combate Leopard 1, del que el ejército ucraniano también va a recibir centenares de ejemplares.

El Gepard está diseñado para ser empleado en defensa puntual contra aviones, helicópteros y otras amenazas aéreas. Los cañones de 35 mm del Gepard también pueden utilizarse con efectos devastadores contra objetivos en tierra.

Las variantes alemanas que Ucrania ya ha recibido han demostrado ser extremadamente eficaces, especialmente contra misiles de crucero subsónicos y drones. Estas dos categorías de armas representan actualmente el principal medio de Rusia para llevar a cabo ataques de largo alcance, lo que convierte al Gepard en una incorporación especialmente valiosa al arsenal de defensa aérea del ejército ucraniano.

Ucrania ya ha recibido al menos 34 Gepard de Alemania y está a punto de recibir 18 más de ese país. Más ejemplares proporcionarán  más capacidad crítica de defensa aérea de corto alcance, especialmente para proteger zonas clave.
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