Después de completar su evaluación del F-35 Joint Strike Fighter, Singapur ha anunciado que comprará otros ocho aviones F-35B en su versión de despegue corto y aterrizaje vertical STOVL, con lo que completará una flota de 12 unidades.
Este movimiento afianza el compromiso de Singapur con el avión sigiloso, que en su versión STOVL ofrecerá algunas ventajas clave a la pequeña nación del sudeste asiático, ya sea operando de manera independiente de las pistas de aterrizaje o potencialmente desde la cubierta de vuelo de grandes barcos anfibios en el futuro.
"Estos F-35Bs tecnológicamente avanzados asegurarán que la RSAF [Fuerza Aérea de la República de Singapur] permanezca preparada y efectiva para proteger los cielos de Singapur", declaró esa entidad militar en un tweet.
El Ministro de Defensa de Singapur, Dr. Ng Eng Hen, agregó: "Después de una evaluación completa, el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas de Singapur concluyeron que el F-35 satisfará mejor nuestras necesidades de defensa ahora y en el futuro".
"La RSAF adquirirá ocho F-35Bs más, que se sumarán a nuestra flota a fines de esta década", continuó el ministro. "Esto apoyará la retirada progresiva de nuestros envejecidos F-16, que se retirarán a partir de mediados de la década de 2030. La RSAF equipada con F-35s y F-15s será una fuerza aérea sólida para proteger nuestros cielos".
Singapur se unió al programa Joint Strike Fighter en 2003 como participante de cooperación en seguridad. Después de seleccionar el Joint Strike Fighter en 2019 como el posible sucesor de su flota de F-16, el gobierno de EE. UU. aprobó la venta de la versión F-35B al año siguiente.
Singapur ordenó un lote inicial de solo cuatro F-35B que están programados para ser entregados en 2026, bajo un acuerdo de Ventas Militares Extranjeras (FMS). La RSAF será el primer usuario en operar la versión STOVL del avión exclusivamente desde bases terrestres, al menos inicialmente.
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