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En la mañana de este 2 de enero de 2023 el ministro de defensa Iván Velásquez anunció que el 31 de diciembre se venció el CONPES 4078 que el gobierno de Iván Duque había dejado listo para la compra de aviones de combate que iban a reemplazar los avionesde Kfir de la Fuerza Aérea Colombiana.

El funcionario afirmó que las negociaciones con el fabricante aeronáutico Dasault, que ofrece el avión de combate Rafale, no llegaron a buen puerto y todo el contrato y la intención de adquirir dichos aviones se frustró.

Velásquez indicó en W Radio que ahora tendrían que negociar un nuevo CONPES y que ese será un tema a discutir en un próximo Consejo de Ministros.

"Desafortunadamente en las pre-negociaciones que se adelantaron finalizando el año no logramos concretar, ni con los franceses ni con los suecos, es decir que ya se venció el CONPES que permitía esa adquisición por 678 millones de dólares. De manera que ya será objeto de una nueva revisión este año, la definición de la posibilidad de la adquisición de aviones y naturalmente la expedición de un nuevo CONPES con ese propósito" indicó el ministro.

Según lo asegurado por el Ministro de Defensa, el plazo para ejecutar el CONPES que cubre la primera fase del SIDEN, se cumplió el pasado 31 de diciembre a la medianoche y tras no llegar a ningún acuerdo con el fabricante preseleccionado por el gobierno, no se firmó ningún contrato. El funcionario fue enfático en asegurar queo el proceso continúa su curso y hasta el momento no hay nada definido.

Ante los cuestionamientos sobre el nuevo documento CONPES, cuánto tardaría en redactarse, y si hay alguna posibilidad si hay alguna posibilidad de que el gobierno de Gustavo Petro, ante las críticas que ha recibido en los últimos días, decida reevaluar la adquisición de los aviones de superioridad aérea, el Ministro Velásquez aseguró que "Esa es una discusión que tendremos en el consejo de ministros, de manera que que no podría anticipar fechas, ni que efectivamente se aprobará el nuevo CONPES, pero ya será tema de discusión".

Velásquez aseguró la intención del gobierno es "tratar de no perder la capacidad de la Fuerza Aérea, las capacidades adquiridas, que no haya pérdida o merma de esas capacidades, de manera que vamos a revisar la compra efectiva de los aviones, la cantidad, etcétera. Pero será una una discusión más amplia que tendremos en consejo de ministros".

"Lo que venía ahora era de un CONPES que se había aprobado en el gobierno anterior y del que iba a hacer uso durante el gobierno actual, pero que por la circunstancias que menciono -de no llegar a ningún acuerdo ni con los suecos ni con los franceses- no se concretó" afirmó el funcionario.
 
Sobre los motivos de la caída del acuerdo que se estaba negociando con la firma Dassault Aviation, el ministro expresó que: "Una situación inicial que se planteó era que se podría hacer el contrato por la cantidad que estaba aprobada en el CONPES, es decir por los 678 millones de dólares. Esto equivaldría más o menos a tres Rafale o a unos cinco Gripen. Algunos de estos oferentes no les interesaba que [el acuerdo] fuera solo por tres o cinco aviones, sino que debía ser por los dieciséis, que es lo que está proyectado para adquirirse en el Sistema de Defensa SIDEN, que es un un proyecto de inversión a largo plazo". 

"Es decir, esa fue una dificultad, pero también en la revisión de aspectos técnicos y la manera como se entregarían los aviones, si totalmente equipados o parcialmente equipados, en eso hubo una discusión insalvable que finalmente llevó a que se frustrara la pre-negociación" destacó Iván Velásquez.

Según lo expresado por el Ministro, la empresa Dassault Aviation, que era con quien se estaba pre-negociando la compra de aviones, no le interesaba que se compraran de tres a cinco unidades, si no el lote completo de 16 aparatos y que sin eso el negocio ya no les parecía tan interesante.

Cuestionado por este punto, el Ministro Velásquez afirmó "Así es, por lo menos para la discusión en ese momento. En todo caso estábamos con mucha limitación en el tiempo, porque todo esto tendría que haber concluido con con la firma de un acuerdo antes de del 31 de diciembre y eso fue realmente muy complicado".

El Ministro aseguró que el gobierno nacional deberá conseguir nuevamente los recursos para esta adquisición estratégica para Colombia: "Hay que buscar la plata de nuevo, pero de todas maneras estos son compromisos de vigencias futuras, como estaba previsto en el CONPES 4078". 

El Ministro aseguró que los demás oferentes que participaron en el proceso pueden volver a presentar propuestas al gobierno de Colombia "otra vez todo está sobre la mesa".

En todo caso, este anuncio sorprendió teniendo en cuenta que hace apenas dos semanas el gobierno del presidente Gustavo Petro había anunciado que se haría una compra de 16 aviones, que se invertirían hasta 15 billones de pesos en los nuevos cazas y que se habían preseleccionado los Rafale que ofrece la empresa francesa Dassault Aviation.

A través de un comunicado de prensa, emitido el pasado 21 de diciembre, el gobierno Petro aseguró que:  "como comandante de las Fuerzas Militares y en respaldo al proyecto que lleva más de 12 años de estudio en el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea Colombiana, tomó la decisión de iniciar el proceso de renovación de la flota de superioridad aérea".

Según el gobierno, renovar es necesario debido a que la flota actual ha tenido más de 42 años de uso (más de 30 años de operación en Colombia). Su operación y mantenimiento es costosa y puede ser riesgosa. Colombia es hoy prácticamente el único operador de la plataforma Kfir. Eso quiere decir que no se producen aeronaves ni repuestos; es decir, es una capacidad insostenible.

"Los colombianos deben contar con unas Fuerzas Militares equipadas, profesionales y capaces de protegernos de cualquier amenaza. No basta con pilotos con actitud, entrega y determinación, dispuestos a dar la vida, si es necesario. Lamentablemente, con la flota actual, se han presentado cuatro accidentes, en uno de ellos un piloto falleció" destacaron de la Casa de Nariño.

"Las limitaciones que presentan los aviones K-FIR dificultan las acciones para garantizar la interdicción aérea, la lucha contra el crimen organizado y la soberanía nacional. Por ejemplo, ante una situación de emergencia, hoy un avión K-FIR no tiene la autonomía para ir a San Andrés y volver sin el apoyo de un avión tanquero que lo abastezca de combustible durante el vuelo" revelaron desde el gobierno.

El Gobierno estudió tres ofertas (una de Estados Unidos, una de Francia y una de Suecia) e hizo la preselección de la propuesta presentada por el Gobierno de Francia, para la adquisición de 16 aviones Rafale. Las otras opciones presentadas a Colombia fueron los aviones Gripen (de fabricación sueca) y F-16 (de fabricación estadounidense).

"Hasta el momento, la propuesta de los aviones Rafale es la mejor opción para el país en relación precio, eficiencia y operatividad. Una hora de vuelo de un avión Rafale es aproximadamente 30 % más barata que la hora de vuelo de un K-FIR (estimada en 89 millones de pesos)" afirmó el gobierno de Colombia.

Desde el Ministerio de Defensa fueron enfáticos en afirmar que "No hay contratos firmados. Es una prenegociación. Se trata de la continuación de un proceso que se inició hace 12 años, a través del Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea Colombiana".

Además de los aviones, todas la ofertas que ha estudiado Colombia contemplan “off-set”, entendido como compensación industrial. Esto significa que Colombia contaría con transferencia de conocimiento y de tecnología, para un mayor crecimiento del sector aeronáutico, de ciberseguridad y defensa y del aeroespacial en el país.

El Gobierno Petro Declaró que no se utilizarán recursos de la reforma tributaria para la compra de los aviones. En caso de que se cierre esta negociación, en los mejores términos para el país, esta deuda se empezará a pagar dentro de cinco años, con el objetivo de no sacrificar recursos que hoy son indispensables para el gasto social, sino que ésta inversión se pueda realizar bajo mejores condiciones económicas.

El ejecutivo también agregó que "En el marco de la Paz Total, la interdicción aérea —es decir, las misiones que son asignadas a estos aviones— es un indicador en la defensa de la vida y no de la guerra. Nuestro objetivo no es hacer una carrera armamentista".

Y finalizaron afirmando que "Tanto para el Presidente, como para el Ministerio de Defensa, es importante dejar unas Fuerzas Militares fortalecidas, modernas y con capacidades, no para la guerra, sino para garantizar la soberanía nacional y la seguridad ciudadana".
Se frustró la compra de aviones de combate Rafale para reemplazar a los Kfir de la Fuerza Aérea Colombiana
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