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Ucrania ejecutó este lunes su ataque más avezado en territorio ruso desde el inicio de la guerra que ya completa nueve meses, golpeando dos bases militares ubicadas a cientos de kilómetros dentro del territorio ruso y utilizando drones no tripulados, según afirmó el Ministerio de Defensa ruso y un alto funcionario ucraniano citados por The New York Times.

Los drones se lanzaron desde territorio ucraniano y al menos uno de los ataques se realizó con la ayuda de fuerzas especiales insertadas en la cercanía de una de las instalaciones atacadas, ayudando a guiar los drones hacia el objetivo durante su aproximación final, dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato para transmitir información confidencial.

Los ataques resaltaron nuevamente la voluntad de Kiev de llevar la guerra a las bases militares ubicadas en el corazón de Rusia, elevando las apuestas en la guerra, y demostrando por primera vez la capacidad de Ucrania para atacar a distancias tan largas. Poco después de los ataques a las bases, Rusia envió una andanada de misiles hacia las ciudades ucranianas como respuesta.

El Kremlin dijo que las armas lanzadas por Ucrania eran drones a reacción de la era soviética y estaban dirigidas a bases en Ryazan y Engels, a unas 300 millas de la frontera con Ucrania. La fuente rusa dijo que sus fuerzas habían interceptado los drones y que "la caída y explosión de los restos" había "dañado levemente" dos aviones, matando a tres militares e hiriendo a otros cuatro.

El aeródromo de Engels, en el río Volga en el sur de Rusia, es una base supremamente estratégica para el régimen de Vladimir Putin, ya que alberga los bombarderos con capacidad nuclear de largo alcance de Rusia, incluidos el Tupolev-160 y el Tupolev-95. Los funcionarios ucranianos dicen que también es el lugar desde donde se lanza la implacable campaña rusa de ataques con misiles contra la infraestructura civil ucraniana, que ha dejado a millones de personas sin luz, calefacción o agua en pleno invierno.

La otra explosión ocurrió en la base militar de Dyagilevo en la ciudad central de Ryazan, a solo unas 100 millas de Moscú, según el Ministerio de Defensa de Rusia. Fue allí donde ocurrieron las muertes y heridos, informó la agencia estatal de noticias rusa RIA Novosti.

El gobierno de Ucrania se negó a reconocer públicamente los ataques, siguiendo su costumbre de mantener silencio en este tipo de misiones militares y tal como ha sucedido con otros ataques contra Rusia y la Crimea ocupada por Rusia.

La base aérea de Engels y la instalación militar de Ryazan están entre 300 y 450 millas de la frontera con Ucrania, que está más allá del alcance de cualquier misil conocido en el arsenal de Ucrania.

Incluso antes de que el Ministerio de Defensa de Rusia acusara a Ucrania de enviar drones para atacar, la explosión en el aeródromo de Engels había llevado a algunos de los influyentes blogueros pro-invasión de Rusia a pedir más ataques contra Ucrania y renovar las críticas a las fuerzas armadas rusas.

“A veces sentimos que incluso si pones una bomba en los bolsillos de estas personas, no se darían cuenta de todos modos”, escribió Voenniy Osvedomitel, un comentarista popular, en la aplicación de mensajería Telegram.

Después de las explosiones, Mykhailo Podolyak, asesor del presidente de Ucrania, comentó con sarcasmo la operación y sin referirse a ella directamente, como lo han hecho a menudo los funcionarios ucranianos después de explosiones inexplicables dentro de Rusia.

“La Tierra es redonda: descubrimiento hecho por Galileo”, escribió en Twitter. “Si se lanza algo al espacio aéreo de otros países, tarde o temprano los objetos voladores desconocidos regresarán al punto de partida”.

Los drones usados en este ataque al parecer son los veteranísimos Tupolev Tu-141 Strizh o los Tu-143 Reys que opera la Fuerza Aérea de Ucrania desde hace más de 40 años y los cuales ha empleado en la guerra como medios ofensivos y como señuelos para detectar o desgastar a las defensas antiaéreas rusas. 

Uno de los incidentes más recordados de la guerra fue la caída de uno de estos aparatos, un Tu-141, en Zagreb (Croacia) luego de volar erráticamente por el espacio aéreo de varios países de la OTAN y caer en plena capital croata provocando algunos daños en vehículos próximos a la zona de impacto. 

El suceso generó algunos cuestionamientos pese a que las Fuerzas Armadas de Rumania, Hungría y Croacia lograron detectar y seguir al vehículo aéreo no tripulado. Autoridades croatas también confirmaron que el UAV contaba con una cabeza de guerra modificada con explosivos.


El Tupolev Tu-141 es un avión no tripulado de reconocimiento que sirvió con el Ejército Rojo a finales de los años setenta y ochenta. Es un dron de reconocimiento de alcance medio relativamente grande. Fue diseñado para emprender misiones de reconocimiento a varios cientos de kilómetros detrás de las líneas enemigas a velocidades transónicas. Podría transportar una variedad de cargas útiles, incluidas cámaras de película, generadores de imágenes infrarrojas y radares.

Algunos Tu-141 y Tu-143 estaban almacenados en Ucrania cuando las tropas rusas invadieron el país en 2014. Los técnicos ucranianos comenzaron a sacar los drones de 30 años de antiguedad de los almacenes y reacondicionarlos. Al retirar las cámaras y sistemas empleados para el reconocimiento y agregar explosivos, el Tu-141 ha sido convertido por los ingenieros ucranianos en un misil de crucero de largo alcance. 

Al igual que con los diseños anteriores de Tupolev, tenía un ala delta montada en la parte trasera con forma de dardo , canards montados hacia adelante y un motor turborreactor KR-17A montado sobre la cola. Se lanza desde un remolque utilizando un cohete de propulsor sólido y aterriza con la ayuda de un paracaídas montado en la cola.

El Tu-141 vuela a una velocidad de 950 kilómetros por hora y puede volar a alturas de hasta 20,000 pies. Su sistema de navegación inercial puede mantenerlo a unas pocas millas de su curso planificado en una distancia de más de mil millas. 

Solo unas pocas horas después de las explosiones, funcionarios ucranianos dijeron que más de una docena de bombarderos rusos habían despegado de la base aérea de Engels. Rusia lanzó una nueva andanada de misiles contra la red eléctrica de Ucrania el lunes, dejando sin electricidad en varias regiones, dijeron las autoridades-

Los sistemas de defensa aérea ucranianos se activaron en múltiples áreas del país, pero no todos los misiles fueron interceptados. Cuatro personas murieron por los ataques rusos, dijo el presidente Volodymyr Zelensky, y las autoridades informaron daños a la infraestructura energética.

“Las defensas aéreas derribaron la mayoría de los misiles, los trabajadores de la energía ya comenzaron a restaurar la electricidad”, dijo. La Fuerza Aérea de Ucrania dijo más tarde que había derribado más de 60 misiles de los más de 70 disparados.

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo en un comunicado que había apuntado a centrales eléctricas y otros sitios en Ucrania. El primer ministro de Ucrania dijo que las instalaciones de energía fueron atacadas en las regiones de Kyiv, Vinnytsia y Odesa, según la agencia de noticias Ukrinform.
Ucrania utilizó viejos drones de la década del 70 para atacar la base aérea más importante y estratégica de Rusia
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