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Al menos tres personas murieron en un ataque de un dron ucraniano contra una base aérea del sur de Rusia este lunes, misma jornada en la que Kiev pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU excluya a Moscú como miembro permanente.

La defensa aérea rusa derribó un dron ucraniano el domingo por la noche mientras se acercaba a la estratégica Base Aérea de Engels, en la región de Saratov, informaron el lunes las agencias de prensa rusas. Dicha instalación militar alberga los bombarderos de largo alcance Tupolev Tu-95 y Tupolev Tu-160 Blackjack que son los encargados de ejecutar las misiones de ataque nuclear de Rusia.

La ciudad de Engels, en la región sureña de Saratov, está a más de 600 km de la frontera con Ucrania. Su base aérea ya había sido atacada el 5 de diciembre.

“Como resultado de la caída de restos del dron, tres oficiales técnicos rusos que estaban en la base aérea sufrieron heridas mortales”, informó la agencia rusa TASS, citando al Ministerio de Defensa.

El de este lunes fue el segundo ataque contra la base aérea de Engels en lo que va del mes. El 5 de diciembre, Moscú informó de que unos drones ucranianos provocaron explosiones en esa y otra base de la región de Ryazan. En esa ocasión, debido a la caída de los fragmentos de los drones -según el parte oficial-, tres militares murieron, otros cuatro resultaron heridos y dos aviones sufrieron daños menores en su fuselaje.

Ucrania, que de momento no reaccionó al ataque, pidió este lunes la remoción de Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de la organización en su conjunto, comunicó el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba.

“Ucrania llama a los Estados miembros de la ONU (...) a privar a la Federación Rusa de su estatus de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, y a excluirla de la ONU en su conjunto”, escribió en un comunicado el ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores.

Rusia es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU junto con el Reino Unido, Francia, China y Estados Unidos.

El poder de veto de estos miembros les permite bloquear cualquier resolución y volver impotente la entidad, como ocurrió en febrero, cuando Moscú invadió Ucrania y los diplomáticos se limitaron a leer declaraciones.

Tras diez meses de conflicto, el presidente ruso, Vladimir Putin, justificó el domingo su ofensiva militar en la exrepública soviética y aseguró que su objetivo era “unir al pueblo ruso”.

“Todo se fundamenta en la política de nuestros adversarios geopolíticos, que buscan dividir a Rusia, la Rusia histórica”, denunció Putin en una entrevista difundida en la televisión rusa.

El mandatario suele referirse al concepto de “Rusia histórica” para justificar la intervención militar en Ucrania, con el fin de unir a los ucranianos y los rusos, que forman un solo pueblo, según él. “Estamos actuando en la dirección correcta, estamos protegiendo nuestros intereses nacionales, los intereses de nuestros ciudadanos, de nuestro pueblo”, insistió.

Durante la entrevista, el líder ruso también prometió eliminar el sistema de defensa antiaérea Patriot que Estados Unidos le entregará a Kiev. “¡Por supuesto que lo destruiremos, al 100 %!” dijo, apenas tres días después de haber asegurado que su ejército encontraría “un antídoto” para esquivar un “sistema bastante viejo”.

Además del sistema Patriot, Ucrania recibirá un nuevo paquete de ayuda de 45.000 millones de dólares de Washington.

En el terreno, el Estado Mayor ruso confirmó hace unos días que sus acciones en Ucrania se centraban en tomar el control de la totalidad de la región de Donetsk, que junto a la de Lugansk forma la cuenca del Donbás, parcialmente ocupada por los separatistas prorrusos desde 2014.

Ucrania, en cambio, ha insistido en que reconquistará las cuatro regiones ucranianas anexionadas a finales de septiembre por Rusia (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón), así como la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.

Una oleada de misiles se abatieron el sábado sobre el centro de Jersón, una ciudad en el sur de Ucrania recuperada por Kiev en noviembre tras ocho meses de ocupación rusa.

Los ataques, calificados como un acto de “terror” por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dejaron al menos 10 muertos y 55 heridos en vísperas de Navidad.

El presidente pidió a sus conciudadanos que se preparen de cara a eventuales ataques antes de fin de año. “Debemos ser conscientes de que nuestro enemigo intentará que este momento sea oscuro y difícil”, afirmó.
Ucrania atacó nuevamente la base aérea más estratégica de Rusia, que aloja a sus bombarderos nucleares, dejando tres muertos
Webinfomil.com
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