Rusia sufrió nuevos ataques con drones dentro de su territorio el martes, el segundo día de ataques que han expuesto la vulnerabilidad de algunas de las instalaciones militares más importantes de Moscú, de acuerdo con expertos.
Precisamente este seis de diciembre, un incendio estalló en un aeropuerto en Kursk, una región del sur de Rusia que colinda con Ucrania, después de que un dron atacó la instalación militar de almacenamiento de combustible, informó el martes el gobernador de la región. Una planta industrial ubicada a 80 kilómetros (50 millas) de la frontera con Ucrania también fue atacada con drones, de acuerdo con reportes de la prensa independiente rusa.
Las autoridades ucranianas no confirmaron formalmente haber estado detrás de los ataques con drones en territorio ruso, y han mantenido una postura ambigua respecto a ataques previos.
“Tendrán menos equipamiento de aviación después de que resultaran dañados en estas misteriosas explosiones”, comentó Yurii Ihnat, portavoz del Comando de la Fuerza Aérea de Ucrania. “Sin lugar a dudas es una excelente noticia, porque si una o dos aeronaves sufren fallas, entonces en el futuro, más aeronaves podrían fallar. Esto reduce sus capacidades”.
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña señaló que es posible que Rusia considere los ataques contra las bases rusas situadas a más de 500 kilómetros (300 millas) de la frontera con Ucrania como “algunas de las fallas estratégicas más significativas en cuanto a la protección de fuerzas desde su invasión a Ucrania”.
El portavoz del Kremlin Dmitry Peskov comentó que las autoridades rusas “tomarán las medidas necesarias” para reforzar la protección de instalaciones clave. Blogueros rusos que suelen mantener contactos con oficiales militares de su país criticaron la falta de medidas defensivas.
Moscú culpó a Kiev de los ataques del día anterior contra dos bases de la fuerza aérea en lo profundo del territorio ruso.
Tras el incidente, las fuerzas rusas lanzaron una nueva oleada de misiles hacia territorio ucraniano que impactaron casas y edificios y cobraron vidas civiles, sumándose al daño causado a la infraestructura eléctrica y de otro tipo a lo largo de semanas.
Aproximadamente la mitad de las casas en la región de Kiev siguen sin servicio eléctrico, declaró el martes el gobernador regional, mientras que las autoridades en la región sureña de Odesa, la cual fue blanco de intensos ataques el lunes, señalaron que han logrado restaurar la electricidad para hospitales y algunos otros servicios vitales.
En una nueva muestra de actitud desafiante, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy viajó cerca del frente de batalla en la región oriental de Donetsk. Durante la celebración por el Día de las Fuerzas Armadas, el mandatario prometió expulsar a las fuerzas rusas de todo el territorio ucraniano.
“Todo el mundo ve su fuerza y sus habilidades. Estoy agradecido con sus padres. Criaron a verdaderos héroes”, dijo Zelenskyy en un discurso en video a las fuerzas armadas desde la ciudad de Sloviansk, un importante bastión ucraniano en el este del país.
Por otro lado, en conferencia de prensa desde Washington, el secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken dijo que su país “no ha alentado ni facilitado que los ucranianos realicen ataques dentro de Rusia”. Pero aseguró que Estados Unidos está determinado — junto con muchas otras naciones que respaldan a Kiev — a asegurarse de que los ucranianos cuenten “con el equipo que necesitan para defenderse”.
El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que el ataque se realizó con drones de fabricación soviética. Después del colapso de la Unión Soviética en 1991, el cual dividió a Rusia y a Ucrania, Ucrania heredó algunos drones Tu-141 Strizh de diseño soviético, los cuales se empezaron a utilizar en la década de 1970 y tienen un alcance de 1.000 kilómetros (más de 600 millas).
Fueron diseñados para labores de reconocimiento, pero se les puede incluir una ojiva que prácticamente los convierte en un misil crucero. A diferencia de los drones actuales, los drones Strizh, o Swift, pueden permanecer en el aire sólo un tiempo limitado y vuelan directamente hacia el objetivo. Su tecnología obsoleta hace que los sistemas antiaéreos modernos los puedan detectar y derribar fácilmente.
Rusia sufre nuevos ataques con drones suicidas ucranianos por segundo día consecutivo |