Aproximadamente a las 6:02 (hora local) del 8 de octubre de 2022 se produjo una gran explosión en el puente sobre el Estrecho de Kerch. Este puente, que une la península de Crimea con el sur de Rusia, fue inaugurado en el año 2018 y se había convertido en uno de los principales símbolos de la anexión de Crimea por parte de la Federación Rusa.
La importancia de este acontecimiento no puede ser subestimada. Este puente era, al menos hasta la invasión del sureste de Ucrania durante la guerra de 2022, la única vía de comunicación terrestre entre la península de Crimea y la Federación Rusa teniendo un elevado valor estratégico clave para Rusia.
“Hoy a las 03:07 GMT en la parte automovilística del puente de Crimea (...) explotó un camión, que causó el incendio de siete tanques de combustible en un tren que se movía en dirección a la península de Crimea”, indicaron la Agencia Nacional Antiterrorista y el Comité de Investigación de Rusia, que ha abierto una causa penal.
Según el gobernador de la ocupada Crimea, Serguéi Aksiónov, se produjo el colapso de dos secciones de la parte automovilística del puente sobre el estrecho de Kerch, en el que también habrían quedado dañados 1,3 kilómetros de vías ferroviarias, según el medio Baza.
El Comité de Investigación informó de al menos tres muertos y de que se ha conseguido establecer la identidad del propietario del camión que explotó. Se han “iniciado acciones de investigación” en su lugar de residencia en Krasnodar.
Especialistas forenses del Comité de Investigación y los ministros de Emergencia y de Transporte partieron a Crimea para inspeccionar los daños en el puente, que fue construido por una empresa de un amigo de Putin, Arkadi Rotenberg, y costó unos 3.500 millones de dólares.
El tráfico ha sido suspendido, aunque se han puesto en marcha ferris y la parte ferroviaria debería quedar restablecida hoy mismo. La Unión de Aseguradoras estima el daño en entre 200 y 500 millones de rublos (3,2 millones y 8,1 millones de dólares), según la agencia RIA Nóvosti.
El presidente ruso, Vladimir Putin, que ordenó la construcción del puente sobre el estrecho de Kerch, considerado el más largo de Europa con sus 19 kilómetros, decretó la creación de una comisión gubernamental formada por varios ministerios para “averiguar las causas del incidente y eliminar las consecuencias lo antes posible”.
En mayo de 2018 Putin inauguró el tramo automovilístico y a fines de 2019 se abrió también el tramo ferroviario.
La reacción de Ucrania no se hizo esperar: “Crimea, el puente, el comienzo. Todo lo ilegal debe ser destruido, todo lo robado debe ser devuelto a Ucrania, todo lo ocupado por Rusia debe ser expulsado”, tuiteó Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano.
El Ministerio de Defensa puso el dedo en la llaga al afirmar que primero se hundió en abril el buque insignia de la Flota rusa del mar Negro, el “Moskvá”, y ahora está destruido el puente.
“Dos símbolos notorios del poder ruso en la Crimea ucraniana han caído ¿Qué será lo próximo, rusos?” preguntó con sorna en un tuit.
¿Un ataque ucraniano? Una gran explosión sacude el estratégico puente de Kerch que enlaza Rusia con Crimea. |