Rusia advirtió este martes que está preparada para responder con “medidas militares y técnicas” a lo que calificó como acciones poco amistosas de Occidente, a medida que aumentan las tensiones por el conflicto en Ucrania, y pidió negociaciones “serias” con la OTAN sobre seguridad.
“En el caso de que se mantenga esta postura que claramente es muy agresiva por parte de nuestros colegas occidentales, vamos a adoptar las medidas militares y técnicas que sean apropiadas”, dijo Vladimir Putin durante una reunión en el ministerio de Defensa, en un momento en que crece el temor de una invasión rusa a Ucrania. “Tenemos absolutamente el derecho a hacerlo”, subrayó.
“El refuerzo en las fronteras rusas de los agrupamientos militares de Estados Unidos y la OTAN, así como la organización de maniobras militares de amplitud, constituyen una fuente seria de preocupación”, prosiguió el presidente ruso, en momentos en que Occidente acusa al Kremlin de haber desplegado decenas de miles de soldados en la frontera con Ucrania en preparación de una ofensiva.
Putin destacó nuevamente la necesidad, a su entender, de que Estados Unidos y la OTAN brinden garantías de seguridad a Rusia firmando tratados que prohíban la ampliación de la Alianza Atlántica.
Posteriormente, en su primera conversación telefónica con el nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, en esta misma jornada, Putin solicitó negociaciones “serias” con la OTAN sobre las propuestas de garantías de seguridad exigidas por Moscú.
Putin proporcionó a Scholz “comentarios detallados” sobre esas propuestas presentadas por Rusia la semana pasada a Washington y sus aliados de la OTAN, y “expresó la esperanza de que se celebren negociaciones serias sobre todas las cuestiones planteadas por la parte rusa”, dijo el Kremlin en un comunicado.
El presidente ruso ya había planteado exigencias jurídicas de este tipo a su homólogo estadounidense, Joe Biden, durante una videoconferencia que tuvo lugar a principios de diciembre.
Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, acusó a Washington de estar preparando “provocaciones” en Ucrania, lo que incluye el envío de “un compuesto químico indeterminado” hacía el frente donde se libra el conflicto entre fuerzas ucranianas y separatistas prorrusos.
Según él, 120 miembros de empresas militares privadas también se encuentran en la región para entrenar a “fuerzas especiales ucranianas y grupos radicales en acciones de combate”.
Por su parte, la subsecretaria de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos de Estados Unidos, Karen Donfried, informó el 21 de diciembre que el establecimiento de un canal bilateral, en el que se discuta sobre las garantías de seguridad en la región europea, es esperado para el mes de enero de 2022.
"Estados Unidos está preparado para participar diplomáticamente a través de múltiples canales", dijo Donfried, mientras indicó que "no habrá conversaciones sobre la seguridad europea sin Europa".
No obstante, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, indicó que por el momento no hay planes para una reunión en persona entre el presidente Joe Biden con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
"Creo que tenemos que ver si, en primera instancia, hay algún progreso diplomático (…) También queremos ver a Rusia reducir la escalada, hacer retroceder las fuerzas de la frontera con Ucrania, acabar con la tensión", dijo Blinken.
En medio de la situación, un funcionario de la Administración de Joe Biden, citado por la agencia de noticias Reuters, indicó que su país estaría considerando medidas de control de las exportaciones que podrían afectar franjas de tecnologías industriales y de consumo en Rusia, dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato.
En medio de toda la crisis, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, indicó que espera para la cumbre de la OTAN, a celebrarse en junio de 2022 en Madrid, que su país reciba una hoja de ruta concreta para el ingreso en la Alianza.
"Para nosotros lo más importante es participar de una u otra forma y también que haya un proyecto concreto, una perspectiva concreta de ingreso", dijo Zelenski.
Moscú anexó la península ucraniana de Crimea y se sospecha de su apoyo a los separatistas prorrusos del este de Ucrania en una guerra que ha dejado cerca de 13.000 muertos desde 2014.