El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció recientemente el próximo envío para estudio de la Asamblea Nacional (Parlamento) de un proyecto de ley que autorizaría el derribo de aeronaves irregulares en el territorio nacional, en respuesta a un creciente problema de narcotráfico.
"Pronto presentaremos en la Asamblea Nacional una ley que autorice el derribo de naves irregulares que no acepten las órdenes de la Fuerza Aérea Ecuatoriana", dijo el gobernante en una ceremonia militar con motivo del 101 aniversario de esa fuerza militar.
En ese mismo evento informó que entró en funcionamiento en la provincia de Manabí (suroeste) un nuevo radar para reforzar la seguridad durante los 365 días del año y avanzar en la lucha contra el narcotráfico, un crímen que castiga cada vez más al país andino.
"Con este Gobierno se terminó la historia de entregarle a los narcotraficantes el territorio ecuatoriano. Hoy nos ha dado parte el comandante general de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, que a partir de hoy ya está en funcionamiento el radar en el cerro de Montecristi", dijo Lasso en su discurso en la ceremonia.
Ese radar debe ayudar a identificar a pequeños aviones que ingresan al espacio aéreo ecuatoriano sin ser detectados por su tamaño y la falta de medios en esa zona costera. Lasso avanzó que, en las próximas semanas, instalarán y pondrán en funcionamiento otro radar en la provincia de Santa Elena, también en la costa del país.
"Una vez más –pues ya lo hice la semana pasada en el Fuerte Militar Huancavilca– quiero reiterar mi apoyo incondicional a nuestras Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional. En la medida de las
posibilidades del Estado, impulsaremos su fortalecimiento institucional y material, muy descuidado durante los últimos catorce años en el Ecuador" declaró el presidente.
"En años recientes, de manera sospechosa, irresponsable y deliberada –según propia versión militar–, entregaron parte del territorio ecuatoriano al control del narcotráfico y de fuerzas del mal transnacionales" agregó Lasso.
"Manabí y Santa Elena no tenían radares para detectar naves que llegaban con dinero y armas; y salían con drogas. ¡Con este gobierno se terminó la historia de entregar a los narcotraficantes el territorio ecuatoriano, ellos se aprovecharon de la falta de radares!" sentenció el primer mandatario.
Hasta ahora, Ecuador era país de paso para la droga que se produce en Perú y Colombia, aunque en el último tiempo las autoridades reconocen que está cambiando el modelo de gestión y en la zona fronteriza norte se han encontrado pequeños laboratorios, además de un creciente consumo.
Este año, las fuerzas de seguridad ecuatorianas, con apoyo de EE.UU., han interceptado un récord de 146 toneladas de droga hasta mitad de octubre, en comparación con algo más de 120 en 2020 y 79 en 2019.
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