El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado este jueves el doble atentado en los alrededores del aeropuerto de Kabul, que se ha saldado con la muerte de 13 soldados estadounidenses y por lo menos 90 de civiles, al tiempo que ha mandado un mensaje al Estado Islámico, el grupo terrorista que ha reivindicado el ataque: "Los vamos a cazar y los vamos a hacer pagar".
Con un mensaje televisado desde la Casa Blanca, Biden habló al pueblo estadounidense sobre la tragedia ocurrida hoy en Afganistán, en medio de un enorme y caótico operativo de retirada, tras la caída del poder afgano en manos del nuevo régimen talibán. Tras lamentar el ataque y las vidas perdidas, el presidente anticipó que Estados Unidos responderá “con fuerza y precisión” el ataque que terminó con la vida de doce soldados norteamericanos.
"Los terroristas han atacado el aeropuerto de Kabul y los servicios secretos han concluido que ha sido obra de Estado Islámico", ha afirmado Biden en rueda de prensa desde la Casa blanca. Sin embargo, más adelante en la rueda de prensa ha reconocido que aunque tienen motivos para creer que saben quiénes fueron los responsables, "no estamos seguros".
Además, ha reiterado la intención de completar la evacuación. En este contexto, Biden señaló que, a pesar del mortal ataque. ”No seremos disuadidos por terroristas. No les permitiremos detener nuestra misión. Continuaremos la evacuación”, dijo.
Biden ha defendido además la colaboración con los talibán en la evacuación. "Hoy han salido 5.000 estadounidenses. No es una cuestión de confianza, sino de interés común. No hay pruebas de que haya una colaboración entre los talibanes y Estado Islámico", ha explicado.
En su intervención, Biden se ha referido a los doce militares fallecidos, "héroes que han entregado la vida". "Héroes implicados eun una misión peligrosa de forma desinteresada para salvar la vida de otras personas", ha destacado.
De forma reiterativa, el presidente Biden ratificó su decisión de abandonar Afganistán y de hacerlo a fin de mes, ni un día después. ”Era tiempo de terminar una guerra de 20 años”, sostuvo.
Las muertes de los trece soldados marcan las primeras muertes militares estadounidenses en Afganistán desde febrero de 2020, cuando dos soldados estadounidenses murieron en un ataque a traición perpetrado por un soldado afgano.