Un avión de carga relacionado con la Guardia Revolucionaria de Irán y que pertenece a una empresa que fue sancionada por los Estados Unidos por transportar armas a Siria aterrizó la tarde de este lunes 21 de junio en la Base Aérea El Libertador, ubicada cerca de la ciudad de Maracay (Estado Aragua) en Venezuela.
La aeronave tipo 747-281F y con matrícula EP-FAB partió el domingo por la noche de la capital iraní, Teherán, hizo una parada técnica en Mauritania y aterrizó en la capital venezolana alrededor de las una de la tarde.
Esta empresa fue sancionada por EEUU en enero de 2019. En ese momento, el Departamento del Tesoro norteamericano sostuvo que la compañía entregaba material letal a Siria permitiendo el apoyo militar de Irán al presidente sirio Bashar al-Assad y a grupos terroristas como Hezbola, por lo que la empresa entró en una lista negra.
La información del Departamento de Estado estadounidense señala que Fars Air Qeshm está controlada por la aerolínea Mahan Air. También aseguró que Irán aprovecha su sector de aviación comercial para el traslado de personas y armamento para alimentar el conflicto bélico en Siria y toda la región.
“La entrega de material letal por parte de Fars Air Qeshm permite el apoyo militar de Irán al régimen de Irán, prolongando el brutal conflicto y el sufrimiento de millones de sirios, y ha dado lugar al desplazamiento de millones de personas”, dijo la institución estadounidense en ese momento.
A pesar de que aún no se conoce el contenido de la carga que transporta el gigantesco avión, la cercanía del 24 de junio, aniversario de la Batalla de Carabobo y fecha en la cual las Fuerzas Armadas de Venezuela muestran todo su poderío militar con un desfile de tanques, blindados y tropas, así como una revista aérea donde muestra su armamento aéreo.
Esta no es la primera vez que un avión iraní aterriza en tierras venezolanas, justamente el año pasado, más de una docena de vuelos de la compañía aérea iraní Mahan Air llevaron materiales para ayudar a reparar las refinerías de Venezuela. Irán también ha enviado dos flotillas de buques cisterna con combustible a Venezuela, aliviando la aguda escasez de combustible en el país sudamericano.
Los crecientes lazos de los dos países han generado fuertes críticas del gobierno de Estados Unidos, quien ve con mucha preocupación la relación entre las dos naciones y su implicación en temas de ventas de armas estratégicas y el suministro de materiales para el programa nuclear iraní.
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