El gobierno de los Estados Unidos desplegó a Panamá dos de sus más avanzados aviones no tripulados (UAS) de vigilancia de largo alcance. Los drones, unos MQ-9B Guardian del Servicio de Aduanas y Patrulla de Fronteras, llegaron al Aeropuerto Internacional Panamá Pacífico hace más de dos meses a bordo de gigantescos aviones de carga C-5 Galaxy, los cuales también transportaron los sistemas de apoyo necesarios para la operación de estas aeronaves desde bases avanzadas.
Los MQ-9B Guardian (comercializados por su fabricante General Atomics bajo el nombre Predator B) son similares a los drones que emplea la CIA y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en sus operaciones contra el terrorismo en el medio oriente, pero especializados en misiones de vigilancia marítima.
Desde su llegada a Panamá estas aeronaves han realizado operaciones sobre el extenso Océano Pacífico en misiones antinarcóticos, especialmente contra las lanchas rápidas y los semisumergibles que parten desde las costas colombianas hacia varios países de centroamérica.
El despliegue de los drones 'Guardian' a Panamá, un aliado clave de Estados Unidos en la región, refuerza el gigantesco despliege antidrogas que Washington viene implementando en Centroamérica y el Caribe desde hace más de un año con el fin de reducir el volumen de narcóticos que llega a territorio estadounidense.
El Predator B multimisión es un drone de gran autonomía que se puede utilizar para misiones de vigilancia, reconocimiento militar y designación objetivos. La configuración actual de las aeronaves presenta una amplia capacidad de carga útil (386 kg internamente y 1361 kg externamente) que incluye un sistema de cámaras infrarrojas de alta definición y un radar de apertura sintética de alta resolución 'Raytheon SeaVue' que opera en modos GMTI y MWAS.
Gracias a estos equipos la aeronave proporciona una capacidad de inteligencia, vigilancia y reconocimiento incomparable, además de una conciencia situacional superior persistente sobre el mar.
La aeronave tiene un peso bruto máximo de despegue de 4763 kg y es propulsada por un motor turbohélice Honeywell con el cual puede alcanzar una altitud máxima de 45,000 pies y autonomía de vuelo de hasta 27 horas.
El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos han empleado al Predator B operacionalmente desde 2006. El avión también está operativo con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, la Real Fuerza Aérea de Reino Unido, la Fuerza Aérea Italiana y la Fuerza Aérea Francesa como MQ-9 Reaper, recientemente también ha sido adquirido por el Ejército del Aire español.
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