Una fragata griega y una turca han colisionado durante una tensa maniobra en el Mediterráneo oriental en medio de la creciente tensión entre los dos países por la soberanía y los derechos de explotación de gas en aguas que ambos reclaman, según asegura el diario turco Hürriyet.
Al inicio de esta semana, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que un buque turco, el Oruç Reis, comenzaría las labores de búsqueda de gas a unos 150 kilómetros al sur de las costas turcas, a medio camino entre la isla griega de Creta y Chipre, escoltado por las fuerzas navales de Turquía.
Este míercoles, precisamente una fragata griega colisionó contra uno de esos buques militares turcos. El incidente, que no fue publicitado por ninguna de las partes, destacó cuán cerca de un conflicto abierto han estado los dos aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Involucró a la fragata Limnos de la armada griega y al TGC Kemal Reis de Turquía.
El Gobierno de Erdogan calificó el incidente como una provocación, mientras Grecia describió el hecho como un "accidente". Las tensiones escalan entre ambas naciones.
Según reportes una fragata griega maniobró para evitar una colisión frontal y en el proceso su proa tocó la parte trasera de un buque turco el 13 de agosto en el Mediterráneo, según lo indicado por la agencia de noticias Reuters.
Las tensiones entre los aliados de la OTAN aumentaron esta semana después de que Turquía enviara al buque Oruc Reis a trazar un mapa del territorio marítimo entre Chipre y Creta, para una posible perforación de petróleo y gas en una zona donde Ankara y Atenas reclaman jurisdicción.
El cruce entre ambas administraciones dejó ver las tensiones en las que se encuentran sus relaciones diplomáticas. Mientras el Gobierno griego sostiene que fue "un accidente" y que su embarcación no sufrió daños, desde Suiza, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, apuntó hacia otra dirección
Grecia "no debería intentar provocar al buque Oruc Reis como lo hizo hace dos días o recibirá una respuesta", dijo Cavusoglu, quien agregó que la Unión Europea no debería darle "apoyo incondicional". Entre tanto, el presidente turco, Tayyip Erdogan, advirtió sobre posibles represalias.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Grecia, Nikos Dendias, afirmó que espera que "no haya ningún conflicto si todos actúan de acuerdo con el Derecho Internacional".
En medio de toda esta tensión también intervino Francia, país que anunció el mismo 13 de agosto que desplegó dos aviones y dos buques para evitar una escalada en el Mediterráneo y para apoyar a Grecia.
Este despliegue se da en respuesta a la solicitud del Gobierno griego a sus socios de la UE ante las tensiones con Turquía por los derechos que se disputan para la exploración de hidrocarburos en esa zona.
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