La empresa aeronáutica norteamericana Sikorsky (subsidiaria de Lockheed Martin) está llevando a cabo en sus instalaciones de mantenimiento ubicadas en Fuerte Militar de Tolemaida (Nilo, Cundinamarca) la recuperación de dos helicópteros de asalto UH-60L Black Hawk pertenecientes a la División de Aviación Asalto Aéreo (DAVAA) del Ejército Nacional que sufrieron graves accidentes en medio de operaciones militares contra los grupos armados que delinquen en Colombia.
Las dos aeronaves de matrículas EJC2157 y EJC2179 sufrieron los siniestros hace varios años y por la condición estructural en la que quedaron, fueron retirados de la línea de vuelo hasta que fuese firmado un contrato para lograr su plena recuperación al servicio activo.
Esta titánica tarea fue asumida por Sikorsky y su personal de 38 especialistas (entre los que se destaca el importante número de 36 técnicos colombianos) que conforman el equipo de mantenimiento en Colombia, quienes tras la adquisición de componentes aeronáuticos mayores y algunos otros recuperados de los siniestros, están ensamblando dos nuevos halcones negros para ponerlos al servicio de la institución castrense.
Para llevar a cabo esta labor fue necesario comprar a Sikorsky dos fuselajes vírgenes del modelo UH-60L, los cuales salieron de la línea de producción en Connecticut justo antes que la compañía estadounidense comenzara a fabricar la nueva versión UH-60M/S-70i de los Black Hawks, obteniendo de esta manera importantes ahorros desde el punto de vista económico si lo comparamos con la adquisición de un aparato completamente nuevo.
Una vez los nuevos fuselajes llegaron a Colombia, el equipo de Sikosrky -empleando avanzadas herramientas que sólo se encuentran en su gigantesco hangar de Tolemaida y en la fábrica de los Estados Unidos- procedió a armar las dos aeronaves como si fuera un lego gigante, cumpliendo con las mismas exigencias técnicas, protocolos constructivos y certificaciones aeronáuticas que cumplen los UH-60 que salen de su fábrica de Stratford CT.
Se espera que estos dos helicópteros vuelvan a surcar los cielos el próximo año, luego de pasar por una rigurosa fase de vuelos de pruebas que será llevada a cabo por pilotos de la compañía, tras la cual se realizarán vuelos de aceptación con integrantes del Ejército de Colombia para su ingreso final a la línea de vuelo de la DAVAA.
En las instalaciones de Sikorsky en Tolemaida también se encuentran otras aeronaves que han sufrido los embates del conflicto colombiano -algunas de ellas afectadas por artefactos explosivos improvisados- y que en este momento se encuentran en distintas fases de reparaciones estructurales.
Esas aeronaves también se sumarán en un futuro a la flota Black Hawks activos de la División de Aviación del Ejército de Colombia, convirtiéndose en las alas de los soldados de tierra y prestando un servicio invaluable a la seguridad y a la soberanía de la nación, llevando consigo en cada vuelo el sello de calidad garantizada de Sikorsky.
Cabe destacar que Colombia opera la cuarta mayor flota de helicópteros Black Hawk en el mundo. Las características técnicas y tácticas de la flota de helicópteros UH-60L proporcionan la movilidad y penetración requerida por el Ejército Colombiano para ejecutar una gran variedad de misiones dinámicas entre las cuales se incluyen apoyo cercano, asalto aéreo, reconocimiento, misiones de abastecimiento entre otras.
Para proporcionar el apoyo necesario a las unidades de tierra del Ejercito Nacional, la División de Aviación de Asalto Aéreo requiere una disponibilidad y aeronavegabilidad óptima de la flota de aeronaves, por lo que el servicio que presta el Centro de Mantenimiento de Sikosrky en Colombia se convierte en una pieza fundamental y una herramienta invaluable de las operaciones aéreas de la flota Black Hawk.
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