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El Ministerio de Defensa Rusia presentó por primera vez imágenes de su nuevo y gigantesco avión remotamente tripulado Sukhoi S-70 Okhotnik-B, una aeronave de ataque sin piloto que estaba siendo desarrollada bajo el más absoluto secreto y que voló por primera vez recientemente.

En las imágenes subidas a YouTube de 1 minuto y 11 segundos de duración se ve cómo el dron despega, realiza maniobras y aterriza. El pasado 3 de agosto, la institución anunció que la máquina había efectuado su primer vuelo de más de 20 minutos en uno de sus aeródromos.

En las imágenes que aparecieron por primera vez en las redes sociales rusas se aprecia un avión de un solo motor y sin cabina de mando; el cual fue claramente diseñado para evitar ser detectado por radares, con una envergadura mayor que la de un avión de combate Su-30 Flanker.

El S-70 voló a una altitud de alrededor de 1,970 pies en una ruta alrededor de una base aérea no especificada, según el comunicado oficial de la época. Este primer vuelo estaba originalmente programado para ocurrir en algún momento de la primavera, pero se retrasó por razones desconocidas.


El Ojotnik, desarrollado por la compañía Sukhoi, está dotado del mismo motor turbofan con que se equipa a los míticos cazas Su-35S. En la construcción del dron se usan materiales especiales que lo hacen casi invisible a los radares. El avión no tripulado está llamado a convertirse en el primer dron de combate de las Fuerzas Armadas de Rusia.

El Ministerio de Defensa ruso ha asegurado que las misiones principales para el S-70 serán inteligencia, vigilancia y reconocimiento, utilizando sensores electroópticos e infrarrojos y sistemas de inteligencia de señales, así como guerra electrónica. Sin embargo, su tamaño general le permitiría acomodar armas internamente.

De las imágenes satelitales se puede concluir que el nuevo drone ruso tiene una envergadura de más de 50 pies y una longitud de entre 34 y 36 pies, medidas similares al drone X-47B desarrollado por Estados Unidos. De igual manera se aprecia que el aparato tiene unas alas más anguladas que su contraparte norteamericana, lo que le podría ofrecer una velocidad máxima más alta y una mejor eficiencia y maniobrabilidad a altas velocidades sostenidas.

El prototipo del "Okhotnik-B" carece de ciertas características de sigilo: aparece cubierto con lo que probablemente son antenas para propósitos de prueba, y la tobera del motor está sin tapar y expuesta. En última instancia, Okhotnik incluirá el uso de materiales compuestos y un revestimiento especial para reducir aún más la firma de su radar. 

Rusia lleva años buscando optimizar su equipo de drones militares con el objetivo de pelear de tú a tú con las avanzadas herramientas estadounidenses que desde hace ya algún tiempo cuentan con armas tan potentes como el MQ-9 Reaper, el dron más letal y más usado por el ejército americano.

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