Tras el pasado lanzamiento del Plan Nacional de Movilidad y Seguridad de la Semana Santa, “Juntos Construimos Convivencia y Seguridad”, el Comando Aéreo de Combate No. 2 de la Fuerza Aérea Colombiana, ha adelantado constantes misiones de reconocimiento y vigilancia aérea a través de las aeronaves remotamente tripuladas, para reforzar los niveles de seguridad en el oriente de Colombia.
Para tal fin esa estratégica unidad militar dispuso su escuadrón de aviones no tripulados Hermes 900 con el fin de efectuar un completo despliegue de vigilancia antes, durante y después de la temporada vacacional de Semana Santa.
Estas aeronaves con capacidades estratégicas están empleando sus sofisticados sistemas de vigilancia diurna y nocturna y su gran autonomía de vuelo para monitorear las principales vías del país y la infraestructura energética.
La Fuerza Aérea Colombiana adquirió hace un par de años a la compañía israelí el sistema Hermes 900 que incluyó una cantidad indeterminada de aviones remotamente tripulados con sus respectivas estaciones de control de tierra, así como la instalación del centro de control de misión, sistemas electroópticos avanzados, entre otros elementos para realizar misiones tipo ISR.
El Hermes 900 es un UAV del tipo MALE (Medium Altitude Long Endurance) que puede recibir distintos sistemas para vigilancia y reconocimiento hasta un peso de 250 kg (EO/IR/Laser, SAR/GMTI & MPR, COMINT/DF, COMINT GSM, CoMMJAM, ELINT, EW). Las comunicaciones están aseguradas incluso en un país montañoso como Colombia gracias al uso de comunicaciones por satélite.
Las aeronaves pueden además realizar operaciones altamente autónomas (despegue y aterrizaje independiente), tiene la capacidad de permanecer en el aire hasta 36 horas, aviónica de avanzada, capacidad para operar en conjunto con el sistema Hermes 450 desde una misma estación terrestre de control y posibilidad para transmitir imágenes utilizando diversos sistemas de comunicaciones.
La negociación para el suministro de estos vehículos aéreos remotamente tripulados la realizó el estado colombiano con Israel mediante un contrato "Gobierno a Gobierno" contando con un plazo para su ejecución de 2 años. El contrato también incluyó estaciones de control en tierra, una variedad de herramientas y múltiples sistemas de comunicación y vigilancia complementarios a estos sistemas UAV.
El Hermes 900 también ha sido seleccionado por Israel, Chile, Brasil, México y Suiza donde desempeña misiones de reconocimiento y vigilancia en cualquier condición atmosférica, tanto de día como de noche.
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