Airbus con una de sus dos divisiones, Airbus Defence and Space ha liderado en el ámbito de los sistemas espaciales alrededor del mundo desde que puso en órbita su primer satélite en 1986. Con más de 50 satélites de observación de la Tierra, navegación y ciencia y más de 105 de telecomunicaciones, la línea de negocio Space Systems de Airbus acumula más de 600 años de operación en órbita.
En América Latina actualmente hay 22 satélites y 3 de ellos han sido desarrollados por la líder global aeroespacial: PerúSAT-1, FaSat Charlie en Chile y SKY Brasil -1.
Es una herramienta puesta en órbita alrededor de La Tierra con diversas utilizaciones como temas científicos, militares, de protección civil, entre otros. Hay dos tipos de satélites artificiales, de observación de la Tierra y de telecomunicación. Los primeros, son una fuente primaria confiable, detallada y actual de información relacionada con el territorio, el ambiente y la seguridad. Los segundos, están diseñados para emitir señales de radio y televisión, como también para la navegación en Internet.
Con la operación de un satélite de observación de la Tierra, el país que lo opera puede beneficiarse de la información base que este otorga para una variedad de aplicaciones que contribuyen al crecimiento económico y el desarrollo industrial. Por su parte, con el satélite de telecomunicaciones, miles de personas, hogares y oficinas podrán estar interconectados a través de banda ancha, red que tiene la capacidad significativa para transportar información a gran velocidad.
En América Latina, Airbus Defence and Space fabricó para Chile el FaSat Charlie (SSOT), que funciona satisfactoriamente en órbita desde hace más de 5 años, y que constituyó el primer sistema de observación terrestre que operó en Latinoamérica. En Perú, la compañía también fue la contratista principal para desarrollar, fabricar y lanzar el primer sistema satelital óptico de observación de la Tierra para este país y que es el satélite más avanzado de la región. Asimismo, desarrolló el satélite de telecomunicaciones SKY Brasil -1 para AT&T/DIRECTV que fue lanzado el 15 de febrero de 2018.
El satélite para la observación de la Tierra, FaSat Charlie en Chile, fue diseñado para un uso dual: la defensa y desarrollo sostenible de Chile. Su instrumento óptico NAOMI tiene una resolución pancromática de 1,45 metros, un rendimiento sin precedentes para un satélite que pesa solo 117 kg. El Segmento de control de tierra y el Segmento de tierra de imagen ubicado en Santiago de Chile que también fue desarrollado por la compañía francesa, permite a las autoridades chilenas controlar y operar su propio satélite desde su territorio nacional.
El sistema de observación de la Tierra PerúSAT-1, suministra imágenes de muy alta resolución para múltiples aplicaciones que incluyen, seguridad y defensa, agricultura, minería, tala ilegal, prevención de riesgos, catastro, planificación urbana, ordenamiento territorial, zonificación de economía ecológica, combate de ilícitos, entre otros. El Sistema Satelital comprende un satélite de última generación, con un instrumento óptico de resolución submétrica, de 70 centímetros y está diseñado para tener una vida útil de 10 años.
El satélite de comunicación geoestacionario SKY Brasil-1 mide 7,5 m de alto y tiene una envergadura de ala de 45 m cuando los conjuntos de paneles solares están desplegados en órbita. Se ha concebido para una vida nominal de 15 años y transporta suficiente combustible para maniobrar en órbita durante más de 20 años.
En Colombia, un Sistema Satelital de la Observación de la Tierra (SOT) permitiría dinamizar el desarrollo nacional y la protección de la soberanía gracias a su posición geográfica estratégica y privilegiada. Igualmente, posibilitaría la preservación y vigilancia del estado de los recursos naturales, y los parques nacionales, hacer seguimiento de zonas de cultivos ilícitos y minería ilegal al igual que, prevenir la deforestación y la desertificación.
Con un satélite de observación de la Tierra, se podrían apoyar las labores de control y rescate en situaciones de emergencia provocadas por desastres naturales y prever el manejo en temporadas de alteración climática.
Del mismo modo, este satélite facultaría hacer el catastro rural actualizado del país y mejorar su zona agrícola, pues haría más sencilla la implementación de la reforma agraria optimizando la productividad de los territorios. También dotaría de información a topógrafos e ingenieros para emplear en las etapas de planeación e interventoría de los proyectos 4G.
La operación de satélites propios en la región además de ofrecer herramientas de soberanía, vigilancia, defensa, comunicación e investigación, ha sido un vehículo para abrir y desarrollar nuevas industrias, promover la ciencia y reorientar las políticas académicas para dar respuesta a las necesidades que plantea el sector y promover el desarrollo del conocimiento. En la región, el acceso a la era aeroespacial ha permitido liderar iniciativas y proyectos en pro del desarrollo económico y productivo en todos los sectores.
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