El Ministro de Defensa, Guillermo Botero, acabó de descartar la compra de un sistema de defensa aérea para las Fuerzas Militares de Colombia. El pronunciamiento fue hecho en el marco de un debate sobre la protesta social que se llevó a cabo este martes 2 de octubre en la Comisión Segunda del Senado de la República.
Botero explicó que ""Nosotros no vamos a invertir 1.1 billones de pesos en defensa antiaérea por el momento, entre otras razones porque no tenemos el presupuesto, si quiere podría dar otras pero creo que solo esa es suficiente" y agregó que "el presupuesto de inversión este año no llega al billón de pesos, al no llegar a ese billón de pesos tengo que gastar ese presupuesto en el mantenimiento de los equipos actuales".
El funcionario aclaró que la información sobre la compra de equipo antiaéreo para protección de la soberanía nacional surgió por un estimado del Departamento de Planeación Nacional pero “eso es una proyección futura que en este momento no podemos hacer, entre otras causas, por materia fiscal”.
Añadió que "dentro del presupuesto del Ministerio el 72% se gastó en nómina y auxilios de retiro; el 9% en salud; el 3% en pagar demandas y súmele gastos de mantenimiento de equipos y demás, por eso digo que no hay recursos".
Esta reciente declaración contrasta con las palabras expresadas por el Presidente Iván Duque en el marco de la asamblea general de las Naciones Unidas en Nueva York.
El primer mandatario expresó que el país tiene que tener la dotación que requiere su seguridad nacional, conforme a las necesidades que tiene Colombia: “El país, sin entrar en ningún tipo de carrera armamentista, debe tener la dotación que amerita su seguridad nacional. Colombia ha venido haciendo adquisiciones de equipos históricamente y nosotros queremos hacerlas conforme a las necesidades que tiene el país, pero sin ninguna motivación belicista”.
De acuerdo con fuentes militares, entre los oferentes de un sistema de defensa antiaérea con misiles se encuentran proveedores de Estados Unidos, Francia e Israel y el costo de la adquisición de este moderno sistema superaría los 300 millones de dólares.
Esta proyecto busca subsanar una de las más graves falencias que han tenido las Fuerzas Militares de Colombia a lo largo de su historia y que por décadas nos ha dejado vulnerables ante posibles agresiones de regímenes autoritarios que han amenazado con violentar nuestra integridad territorial en varias ocasiones.
Una necesidad urgente
A pesar de tener una completa y moderna red de radares TPS-70, TPS-78 y TPS-703 a los que se integra la red de sensores de la Aeronáutica Civil bajo el sistema de comando y control "Horus"; las Fuerzas Militares de Colombia nunca han tenido una capacidad de defensa antiaérea creíble a lo largo de su historia.
Sólo se han valido de un puñado de cañones de 40 milímetros -obsoletos para los estándares actuales- empleados por el Ejército Nacional y un pequeño número de misiles de corto alcance MBDA SIMBAD que se encuentran a bordo de las fragatas misileras de la clase Almirante Padilla; dejando toda la responsabilidad de defender el extenso espacio aéreo colombiano exclusivamente a los aviones de la Fuerza Aérea Colombiana, encabezados por los cazabombarderos Kfir, máquinas que hasta el día de hoy son la única esperanza de repeler un ataque extranjero.
Suplir esta falencia en nuestro sistema de defensa nacional se ha vuelto en algo imperativo y apremiante, sobre todo teniendo en cuenta las recurrentes violaciones al espacio aéreo colombiano por parte de aviones y helicópteros militares venezolanos y el evidente aumento en la retórica belicista y amenazante del gobierno de Venezuela en cabeza del dictador Nicolás Maduro y de otros altos funcionarios del régimen chavista, con la cual se apunta a Colombia como un enemigo.
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