Dos uniformados de la Policía fueron asesinados al mediodía de este martes al interior de un restaurante en El Tambo, Nariño. Los sicarios, presuntamente terroristas del ELN, dispararon contra los agentes cuando estaban almorzando.
Los uniformados fueron abordados por varios hombres que sin mediar palabra les disparó en varias ocasiones y posteriormente emprendió la huida, al parecer en una motocicleta.
El caso fue confirmado por el gobernador de Nariño, Camilo Romero, quien repudió este doble crimen: "Que sepan quienes han cometido este acto que tienen todo el rechazo y repudio de toda la sociedad nariñence y estoy seguro que tamibén el de todo el país. No puede ser el camino de la violencia el que vuelva a imperar en el departamento del Nariño".
Los patrulleros asesinados fueron identificados como Álvaro Marín y Juan Carlos Barreto Guzmán, quienes habían acabado de cumplir con su turno de vigilancia.
"Las informaciones preliminares indican que los asesinos, que transitaban en una motocicleta de alto cilindraje, llegan al lugar y uno de ellos ingresa hacia el servicio de baño. Al salir dispara contra la humanidad de uno de los uniformados, simultaneo a esto, otro hombre ingresa y dispara contra el segundo uniformado, causándoles la muerte" señala un comunicado de la institución.
El patrullero Álvaro Iván Marín Marín tenía 33 años y llevaba 10 años de servicio en la Policía Nacional. Era oriundo de Manizales y tenía dos hijos, uno de siete años y uno de un año; durante su servicio obtuvo 40 felicitaciones y dos condecoraciones.
De otra parte, el patrullero Juan Carlos Barreto Guzmán, de 28 años de edad, llevaba ocho años y dos meses al servicio de la Institució; era oriundo de Bogotá. En su hoja de vida reposan 32 felicitaciones y tres condecoraciones por sus servicios prestados en pro de la seguridad y la convivencia ciudadana.
Tras un consejo de seguridad las autoridades dieron a conocer que según información de inteligencia la compañía Jaime Toño Obando del ELN sería la responsable de la muerte de los policías. La institución dispuso de 50 millones de pesos de recompensa para quien de información que permita dar con los autores materiales e intelectuales de este hecho.
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