El 23 de mayo de 2024, Northrop Grumman Corporation anunció los importantes progresos en las pruebas de vuelo de su nueva generación de bombarderos furtivos B-21 Raider en la Base Aérea Edwards. Este logro es un testimonio del esfuerzo colaborativo de la Combined Test Force (CTF), un equipo compuesto por personal de Northrop Grumman y de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que trabaja diligentemente en esta campaña.
La campaña de pruebas de vuelo del B-21 Raider continúa en la Base de la Fuerza Aérea Edwards, en California. Los pilotos de prueba del CTF han informado que el B-21 Raider está rindiendo según lo previsto, con un comportamiento de la aeronave que refleja de cerca las simulaciones digitales. Esta alineación subraya la precisión y confiabilidad del entorno de diseño digital utilizado en el desarrollo del B-21.
El desempeño exitoso del B-21 Raider durante estas pruebas marca un paso crucial en el programa, demostrando las capacidades y la preparación del avión mientras avanza hacia su estado operativo. El B-21 Raider no es solo otra aeronave, sino un activo crucial que se espera desempeñe un papel significativo en el futuro de las capacidades estratégicas de bombardeo de los Estados Unidos, mejorando la postura de defensa de la nación con tecnología furtiva avanzada y aviónica de próxima generación.
El desarrollo del B-21 Raider comenzó oficialmente en 2015, cuando la Fuerza Aérea de los Estados Unidos otorgó a Northrop Grumman el contrato para diseñar y construir este bombardero de próxima generación. El B-21 Raider forma parte del programa Long Range Strike Bomber (LRS-B), que tiene como objetivo reemplazar a los envejecidos bombarderos B-1 Lancer y B-2 Spirit, y complementar la flota del B-52 Stratofortress. El programa busca mejorar las capacidades de ataque a larga distancia de las fuerzas armadas de los EE.UU. con tecnología furtiva avanzada y aviónica de próxima generación.
Desde 2016 hasta 2019, Northrop Grumman se centró en las fases iniciales de diseño y desarrollo del B-21 Raider. Este período implicó diseños detallados y prototipos, mientras la Fuerza Aérea mantenía un alto nivel de secreto respecto a las capacidades y características específicas del avión.
En 2020, la Fuerza Aérea de los EE.UU. designó oficialmente la aeronave como B-21 Raider y lanzó una representación artística, proporcionando al público la primera imagen visual del diseño general del bombardero. Esta revelación marcó un hito significativo en el programa.
A partir de 2024, el B-21 Raider está sometido a una rigurosa campaña de pruebas de vuelo en la Base de la Fuerza Aérea Edwards, en California. Liderada por una Combined Test Force (CTF) compuesta por personal de Northrop Grumman y de la Fuerza Aérea de los EE.UU., las pruebas demuestran que el B-21 rinde según lo esperado. Los pilotos de prueba han informado que el comportamiento del avión coincide estrechamente con las simulaciones digitales, destacando la precisión y confiabilidad del entorno de diseño digital utilizado durante su desarrollo. El progreso exitoso en estas pruebas marca un paso crucial hacia la preparación operativa del avión y su eventual integración en la flota estratégica de bombarderos de los EE.UU.
El B-21 Raider ofrece una gama de capacidades de combate avanzadas y tecnologías de punta que mejoran significativamente las opciones estratégicas y tácticas de las fuerzas armadas de los EE.UU. Una de sus características principales es su avanzada tecnología furtiva, que dificulta que los sistemas de radar enemigos detecten y rastreen la aeronave. Esta capacidad de sigilo permite al B-21 penetrar sistemas avanzados de defensa aérea y alcanzar objetivos de alto valor con un riesgo mínimo de interceptación.
En términos de alcance, el B-21 está diseñado para misiones de largo alcance, capaz de volar distancias extendidas sin necesidad de reabastecimiento. Esto le permite atacar objetivos a nivel global, proporcionando una ventaja estratégica significativa. Además, el B-21 Raider cuenta con flexibilidad de carga útil, lo que le permite llevar una variedad de municiones, incluyendo tanto armas convencionales como nucleares. Esta versatilidad permite que la aeronave realice una amplia gama de tipos de misiones, desde ataques de precisión hasta bombardeos estratégicos.
El B-21 Raider también está equipado con aviónica y sistemas de guerra electrónica de última generación. Estos sistemas avanzados mejoran su supervivencia y efectividad en entornos disputados al mejorar la conciencia situacional, la comunicación y las medidas defensivas contra amenazas enemigas. Además, el avión está diseñado para ser adaptable, con una arquitectura abierta que permite la integración de tecnologías y mejoras futuras, asegurando que se mantenga a la vanguardia de las capacidades de combate durante décadas.
En resumen, el B-21 Raider representa un avance significativo en la tecnología de bombarderos, ofreciendo un sigilo inigualable, alcance, flexibilidad de carga útil y aviónica avanzada, convirtiéndolo en una piedra angular de las operaciones estratégicas y tácticas de la Fuerza Aérea de los EE.UU.
Fuerza Aérea de EEUU publicó las primeras imágenes de su bombardero furtivo B-21 Raider en Vuelo |