El Consejo de Ministros del gobierno de España ha autorizado al Ministerio de Defensa la celebración de un contrato de construcción de un buque de intervención subacuática (BAM-IS) por un valor estimado de 166.460.000,00 euros. El contrato comprende tanto la construcción del buque, como la adquisición e integración de los equipos de intervención subacuática.
Actualmente las operaciones más complejas de intervención subacuática, tanto en el ámbito específico de la Armada (guerra de minas, reparaciones, rescate y salvamento de submarinos, entre otras), como en colaboración de ésta con otros organismos del Estado (operaciones de buceo de cierta entidad o dificultad, conservación del patrimonio arqueológico subacuático, recuperación de pecios, etc.), las realiza principalmente el buque de Salvamento y Rescate de la Armada "Neptuno".
El buque "Neptuno" está llegando al final de su vida operativa por lo que es imprescindible iniciar la construcción de un nuevo buque que lo sustituya para dar respuesta a este tipo de operaciones.
El nuevo buque cubrirá las necesidades futuras que se puedan derivar de nuevos escenarios operativos en los que se requiera el empleo de los sistemas de rescate de submarinos de la OTAN y las nuevas misiones que se le asignen como contribución de la Estrategia de Seguridad Marítima.
Además del rescate de submarinos y búsqueda de tesoros, la nueva nave estaría involucrada en los casos de hundimiento de pesqueros o la caída de aviones y helicópteros al mar para la recuperación de cadáveres o restos de las aeronaves. También se utilizaría para desactivar explosivos submarinos o para la remoción o colocación de obstáculos.
A diferencia del Neptuno, el BAM-IS podrá permanecer fijo en cualquier punto del océano, incluso en condiciones climáticas poco favorables, gracias a su sistema de posicionamiento dinámico. Dispondrá de radar de barrido lateral, dos cámaras hiperbáricas, sistemas de suministro de emergencia a una nave hundida y un helipuerto para evacuar heridos.
El barco también estará equipado con el Sistema de Rescate de Submarinos de la OTAN (NRSS), que incluye un sumergible operado por control remoto que se acopla al submarino hundido para evacuar a la tripulación.
Para las tareas de búsqueda el futuro buque dispondrá de dos robots submarinos, guiados por cable y equipados con cámaras que permitirán identificar los buques hundidos cerca de las costas españolas que podrían descartar los casos de saqueos de los tesoros de la nación, como pasó con la fragata Nuestra Señora de las Mercedes en 2007.
El Ministerio de Defensa de España ha incluido el nuevo buque en su proyecto de presupuesto para el 2021. Se planea que su construcción en el astillero de Navantia en el Puerto Real (Cádiz) tardará unos 36 meses y estará disponible para el 2024.
Buque BAM-IS que será construido por Navantia |