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Francia considera que Australia traicionó su confianza al abandonar el proyecto conjunto con la compañía de defensa naval francesa Naval Group, en el marco del cual la empresa debía fabricar submarinos para el país, declaró el ministro de Exteriores galo, Jean-Yves Le Drian.

"Es una verdadera puñalada por la espalda. Hemos entablado relaciones de confianza con Australia. Esta confianza ha sido traicionada. Hoy estoy enojado por la ruptura de este contrato", dijo el funcionario a la emisora France Info.

El presidente de la comisión del Senado francés para asuntos internacionales, Christian Cambon, afirmó que está "profundamente sorprendido por la noticia".

"Tendremos que estudiar las consecuencias de esta decisión, sobre todo para los empleados de Naval Group. En un sentido más amplio, tendremos que reflexionar sobre las repetitivas actitudes de algunos de nuestros aliados, que se comportan más bien como oponentes", subrayó.

Este 16 de septiembre el primer ministro australiano, Scott Morrison, anunció que su país rompía el contrato de casi 66.000 millones de dólares con Naval Group después de que acordara la asociación AUKUS con el Reino Unido y EEUU, que en la primera fase supone la construcción de ocho submarinos nucleares para el país oceánico.

En un comunicado de prensa el astillero francés declaró que: "Naval Group toma nota de la decisión de las autoridades australianas de adquirir la flota de submarinos nucleares en colaboración con los Estados Unidos y el Reino Unido tras su exhaustiva revisión de capacidad".

Luego que Australia decidiera unilateralmente no continuar con la siguiente fase del programa que estipulaba la construcción de 12 submarinos de propulsión convencional, el constructor francés declaró que: "Esta es una gran decepción para Naval Group, que estaba ofreciendo a Australia un submarino convencional, regionalmente superior y con un rendimiento excepcional. Naval Group también estaba ofreciendo capacidad submarina soberana, asumiendo compromisos inigualables en términos de transferencia de tecnología, trabajos y contenido local".

El contrato estaba valorado en 56.000 millones de euros y surgió de unas conversaciones en 2014; después, las condiciones fueron establecidas en 2019 y finalmente se esperaba la entrega del primer submarino en 2027.

Aunque los costes se habían disparado a lo largo de los años y, pese a que desde Canberra habían mostrado preocupación, Francia se ha visto sorprendida por el cambio de Australia, que va a apostar, en el marco del pacto AUKUS, por al menos ocho submarinos estadounidenses.

La principal novedad es que la tecnología de los nuevos buques contará con propulsión nuclear, utilizando la experiencia de Estados Unidos. Los submarinos franceses iban a ser diésel-eléctricos.

Además, desde Francia sienten que la nueva alianza entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia tiene implicaciones geoestratégicas. Desde el país galo se sienten marginados en una región donde tienen gran presencia territorial y de soberanía. Francia dispone de numerosos archipiélagos e islas como Polinesia, Nueva Caledonia y Reunión. 

Esta disputa ha escalado desde la parte comercial pasando al plano diplomático, ocasionando que este 17 de septiembre el ministro de Exteriores de Francia, llamara a consultas a sus embajadores en Estados Unidos y Australia tras el anuncio de la creación de la alianza de seguridad AUKUS.

El canciller enfatizó que la decisión fue solicitada por el presidente del país, Emmanuel Macron: "Esta decisión excepcional se justifica por la excepcional gravedad de los anuncios realizados el 15 de septiembre por Australia y Estados Unidos", señala un comunicado en el que se tacha de "inaceptable" la decisión de Canberra de desvincularse de un contrato que mantenía con Francia desde 2016. 

"El abandono del proyecto (...) y el anuncio de una nueva asociación con Estados Unidos para lanzar estudios sobre una posible cooperación futura en fuerzas de propulsión nuclear constituyen un comportamiento inaceptable entre aliados, Fuerzas Armadas y socios, cuyas consecuencias afectan la idea misma que tenemos de nuestras alianzas, nuestras asociaciones y la importancia del Indo-Pacífico para Europa", explica Le Drian.

Esta misma jornada un alto diplomático francés habló con la agencia de noticias AP bajo condiciones de anonimato sobre una "crisis" en las relaciones entre EE.UU. y Francia después de que París se enterara de la nulidad de su contrato con Canberra poco antes de que esto se hubiera hecho público. Además, añadió que para el palacio del Elíseo se trata de una "una cuestión estratégica relativa a la propia naturaleza de la relación entre Europa y Estados Unidos sobre la estrategia del Indo-Pacífico".

Bajo el programa AUKUS la Marina Real Australiana incorporará una flota de ocho submarinos de propulsión nuclear y también incluye la cooperación en otras áreas, incluidas las capacidades de ataque de largo alcance, la guerra cibernética, la inteligencia artificial y computación cuántica. 

Con este tipo de submarinos, las capacidades de defensa australianas serán mucho mayores, ya que otorgan más rango de operatividad y permitirán reforzar la cooperación con Estados Unidos y sus aliados en la zona. 

Hasta ahora, no ha habido detalles específicos sobre cómo sería el futuro submarino de propulsión nuclear de la Marina Real Australiana. Sin embargo, el periódico Australian Financial Review informó que el Reino Unido podría participar directamente en ayudar a Australia a establecer una capacidad nacional para construir reactores nucleares adecuados y que la Marina de los EE. UU. podría comenzar a operar sumergibles multipropósito de la clase Virginia desde la base naval HMAS Stirling en Perth como medida interina.

El establecimiento de la infraestructura y los procedimientos necesarios para apoyar a los submarinos tipo Virginia ayudaría a allanar el camino para la propia fuerza de submarinos nucleares de Australia. También podría brindar oportunidades adicionales para que el personal de la Marina Real Australiana realice intercambios para obtener más información sobre el funcionamiento de las naves con propulsión nuclear.

También vale la pena señalar que la clase Virginia es un diseño de propulsión nuclear en producción en los Estados Unidos que podría presentar una opción lista para usar muy atractiva para cumplir con los requisitos de Australia. Los submarinos de propulsión nuclear de clase Astute también se están produciendo en el Reino Unido. Cualquiera de los dos tipos también podría proporcionar un lugar de partida para un nuevo tipo de embarcación diseñado específicamente para Australia, aunque el uso de un diseño existente ayudaría a reducir los costos de adquisición y mantenimiento para todas las partes involucradas.
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