El gobierno de Estados Unidos que encabeza el presidente Donald Trump ha notificado al Congreso de ese país que aprobó la venta de cuatro drones armados MQ-9B y equipos relacionados a Taiwán avaluados en 600 millones de dólares, y que se convierte en la más reciente de una serie de transferencias de armas para la isla aprobadas en los últimos días.
Esta compra permitirá a Taiwán "modernizar sus fuerzas armadas y conservar creíble su capacidad de defensa", dijo el departamento de Estado estadounidense en un comunicado. Después del anuncio, China prometió el miércoles que dará una "respuesta adecuada y necesaria" si Estados Unidos continúa con la venta.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, dijo que la medida "interfiere brutalmente en los asuntos internos de China y socava gravemente la soberanía y los intereses de seguridad de China", y agregó que Estados Unidos debería cancelar todas esas ventas a Taiwán "para evitar mayores daños a la relación entre China y Estados Unidos, así como relaciones y paz y estabilidad en el Estrecho de Taiwán".
Estados Unidos aseguró que la venta mejoraría la defensa de Taiwán al reforzar sus capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento y podría ayudar a disuadir una acción militar en su contra. "Esta venta propuesta sirve a los intereses nacionales, económicos y de seguridad de los EE. UU. Al respaldar los esfuerzos continuos del destinatario para modernizar sus fuerzas armadas y mantener una capacidad defensiva creíble", dijo. "La venta propuesta ayudará a mejorar la seguridad del destinatario y ayudará a mantener la estabilidad política, el equilibrio militar, económico y el progreso de la región".
Apenas la semana pasada, la administración Trump aprobó planes para una venta de sistemas de misiles Harpoon por 2.370 millones de dólares a Taiwán. Eso se produjo horas después de que Pekín anunciara sanciones a los contratistas de defensa de Estados Unidos, incluido Boeing, el contratista principal del acuerdo con Harpoon, por un acuerdo de armas anterior.
Washington rompió relaciones con Taipei en 1979 para reconocer a Pekín. Empero ese mismo año, Estados Unidos sancionó una ley que establece que Washington debe ayudar a Taiwán en caso de conflicto. Desde entonces, Estados Unidos provee armas a Taiwán.
Pekín amenaza con recurrir a la fuerza en caso de que Taipei proclame formalmente su independencia o sea escenario de una intervención extranjera. Estados Unidos quiere asegurarle a la isla un sistema creíble de defensa en caso de una eventual invasión china.
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