Una fuerte polémica ha surgido en los últimos días a nivel nacional por la llegada de varios helicópteros Mi-8 MTV de matrícula rusa a Colombia, que tendrán la misión de prestar apoyo logístico al componente de las Naciones Unidas que vigilarán y verificarán el satisfactorio cumplimiento de los acuerdos de paz y la desmovilización de grupo guerrillero Farc.
Esto a raíz de las denuncias efectuadas por pilotos y congresistas que ven la llegada de estos aparatos como un fuerte golpe a la industria aérea nacional y a las compañías colombianas que operan aeronaves similares a estas, pero más modernas y tripuladas por pilotos que conocen como la palma de su mano la topografía nacional.
Hasta el momento sólo han llegado al país dos helicópteros tipo Mi-8 MTV propiedad de la compañía rusa UTAir, la cual lleva varios años trabajando para la ONU en labores de transporte de personal y apoyo logístico; en Colombia sólo operarán exclusivamente al servicio de la misión de las Naciones Unidas y podrán permanecer en territorio colombiano el tiempo que sea requerido, sin exceder el término establecido por la resolución 2216 (2016) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Coincidencialmente, este mismo tipo de helicópteros es operado en el país por las fuerzas militares y varias empresas privadas como Vertical de Aviación, Helistar y HeliSky que tienen en su nómina a un gran número de pilotos disponibles para efectuar el mismo trabajo que realizarán las tripulaciones rusas, pero con unos mayores márgenes de seguridad por su conocimiento y experiencia de muchos años volando en los cielos colombianos.
Además de reducir el trabajo de compañías y pilotos colombianos, la empresa rusa propietaria de estos helicópteros tendrá varios privilegios mientras opera en el país, tales como el estar exenta de todo pago por el uso de aeropuertos, instalaciones, servicios de aeronavegación, impuestos aeroportuarios, derechos de sobrevuelo y demás impuestos o tarifas que se desprenden de una operación aérea común.
Ante esta situación el representante a la cámara por el Centro Democrático, Santiago Valencia, le pidió a la Contraloría General de la República y a la Procuraduría General de la Nación, intervenir para establecer presuntas irregularidades en este proceso.
Según el congresista (citando la Asociación de Pilotos de Helicópteros), la llegada de los rusos puede afectar gravemente la generación de empleo de la empresa nacional y añade que la operación de aeronaves MI-8MTV por parte de la compañía extranjera, viola la reglamentación aérea colombiana.
“Según los pilotos de helicópteros desde el año 2004 no les está permitido operar en Colombia a dichas aeronaves porque no poseen “certificado tipo”, el cual es un elemento esencial para la operación segura de aeronaves”, señaló el Congresista.
Recalcó que “de acuerdo a la denuncias de este gremio, dicha empresa no cumple con los requisitos contemplados en los Reglamentos Aeronáuticos de Colombia parte 3. “actividades aéreas civiles” y 4. “normas de aeronavegabilidad y operación de aeronaves”
El representante enfatizó que “mientras las empresas nacionales de transporte en helicóptero se están cerrando, el Gobierno prefiere contratar estos servicios con una empresa extranjera”.
Los helicópteros de matrícula rusa RA-22579 y RA-22554 estarán basados en las ciudades de Medellín y Bogotá, desde donde operarán de manera prioritaria hacia las Zonas Veredales Transitorias de Desmovilización de las Farc. Transportarán regularmente cabecillas de las Farc, delegados de las Naciones Unidas y los miembros de Mecanismo de Monitoreo y Verificación.
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