Con este son 109 los relevos que el Ejército Nacional de Colombia remite a la Península del Sinaí. Son 165 hombres y mujeres con el más alto entrenamiento y preparación militar profesional enfocada a preservar la paz en esta península del continente Asiático.
15 Oficiales, 24 suboficiales, 123 soldados y tres civiles harán empleo de las capacidades con las que cuenta las Fuerza Militares a través de su experiencia y profesionalismo en misiones de tipo internacional.
La presencia de 165 hombres del Ejército Nacional y la Armada Nacional en la Península del Sinaí como garante de los acuerdos de paz entre Egipto e Israel, sin duda demuestra la disciplina y el respeto único por los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario de los Soldados colombianos, una de las razones por las cuales los hombres del Batallón de Infantería Colombia n.3 son admirados por la comunidad nacional e internacional e instituciones de seguridad y defensa que comparten la misión en la fuerza multinacional y observadores, quienes reconocen el compromiso de los oficiales, suboficiales y personal civil que ha prestado sus servicios en esta tierra lejana.
En este grupo de valientes, se encuentran nuestros héroes bajo el comando del Batallón Colombia hay un Batallón de Infantería del Ejército de los Estados Unidos y tropas de diferentes nacionalidades que hacen parte de esta Fuerza, esto gracias al prestigio, reputación y el significado del soldado colombiano dijo el comandante del Ejército, general Alberto José Mejía Ferrero.
Entre el contingente se destacan seis mujeres oficiales y suboficiales, una médico, una odontóloga, una comunicadora social y periodista, dos abogadas y una contadora pública; así como también 12 hombres infantes de marina que fueron agregados y por segunda vez representan a la Armada Nacional dentro de este selecto grupo de militares y civiles del Batallón Colombia n 3, quienes fueron seleccionados de diferentes regiones del país.
La custodia de un importante porcentaje del territorio enmarcado en el tratado ha puesto a prueba la preparación militar de nuestros hombres, quienes han aprendido a convivir en condiciones geográficas y climáticas desfavorables, donde se ven obligados a responder frente a los más altos niveles de exigencia, haciendo énfasis especial en el desarrollo de operaciones de control territorial, exigiéndose al máximo en labores que necesitan de concentración y disciplina.
Al reto de adaptarse al clima inhóspito se suman las condiciones a las que han estado expuestos los hombres y mujeres del Ejército colombiano a través de los años, durante su permanencia en la misión de paz, las cuales han sido variables principalmente en aspectos como la organización del Batallón, las facilidades de comunicación, la alimentación, entre otros.
Uno de los principales cambios que se ha presentado a través de la historia está relacionado con el número de efectivos enviados a la misión. Los primeros contingentes contaban con 502 hombres entre oficiales, suboficiales y soldados, quienes a su llegada al Sinaí empezaban una etapa de entrenamiento y familiarización con los protocolos de la Fuerza Multinacional, haciendo énfasis en la misión principal ejecutar operativos de control, ubicarse en puestos de observación y patrullas de reconocimiento en la frontera internacional, así como dentro de la zona C, que se expresaba por la frase coloquial de observar y reportar, condicionados a que las armas solo podrían ser utilizadas para propósitos de defensa personal, en caso de activación del conflicto entre los países, de lo contrario se debía actuar pasivamente en fortificaciones de protección.
De este modo, quienes asisten en la misión al Sinaí hoy, encuentran menos impedimentos para mantener una buena comunicación con los suyos, incluso el idioma ya no es una barrera, ahora con sus celulares o tabletas, pueden traducir de manera simultánea las indicaciones que escuchen de otro mando militar.
En este año se cumplen más de 30 años de estar participando en la misión de paz en Egipto, período de tiempo donde más de 10.000 colombianos han honrado la memoria de un pueblo que lucha también por alcanzar la paz en su propio territorio. Honor a todos ellos y a quienes continúan esta tarea.
Los soldados del Ejército Nacional que representan a Colombia en misiones de paz, perfectamente entrenados y preparados, continúan aportando su destreza y sacrificio en el cumplimiento de la misión asignada.
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