Estados Unidos reforzó de manera significativa su presencia militar en el Caribe con el despliegue de seis aviones de guerra electrónica EA-18G Growler en la antigua Estación Naval Roosevelt Roads, en Puerto Rico. La llegada de estas aeronaves, equivalente a la dotación de un escuadrón completo, constituye uno de los movimientos más relevantes dentro del creciente posicionamiento de capacidades militares estadounidenses en la región y representa una señal que trasciende las operaciones antidrogas actualmente en curso Y que vislumbra una operación ofensiva contra Venezuela.
La presencia de los Growler fue confirmada por imágenes de la agencia Reuters y videos difundidos en redes sociales que mostraron a los aviones aterrizando en la base militar puertorriqueña. Su inclusión al teatro de operaciones caribeño es particularmente significativa debido a que estas aeronaves desempeñan un papel crítico en misiones de supresión y degradación de defensas aéreas enemigas. Analistas señalan que su despliegue coincide con el tipo de preparación que se observa en la antesala de operaciones cinéticas complejas, especialmente aquellas que requieren la neutralización de redes de defensa aérea complejas como las que tiene Venezuela.
Los EA-18G Growler, basados en el F/A-18F Super Hornet, cuentan con sistemas de guerra electrónica capaces de interferir radares, comunicaciones, enlaces de datos y sensores críticos. Además de su capacidad para bloquear y degradar el espectro electromagnético enemigo, pueden recopilar inteligencia electrónica que permite elaborar un mapa detallado de las amenazas, conocido como Electronic Order of Battle (EOB), información clave para planificar misiones de ataque.
Entre los equipos detectados en los Growler desplegados en Puerto Rico se encuentran los pods AN/ALQ-249(V)1 Next Generation Jammer–Mid Band (NGJ-MB), un sistema de nueva generación con antenas AESA y arquitectura modular que ofrece mayor potencia, alcance y adaptabilidad frente a amenazas electrónicas avanzadas. Otras aeronaves del mismo contingente portan los modelos AN/ALQ-99.
Este refuerzo amplía notablemente las opciones operativas de Washington en el Caribe. En caso de un escenario de escalada, los Growler proporcionarían cobertura electrónica indispensable para aeronaves de ataque de largo alcance, bombarderos, plataformas furtivas o misiles de crucero que requieran atravesar o degradar defensas enemigas. También podrían respaldar operaciones de fuerzas especiales, rescates de combate y misiones de vigilancia prolongada, factores que requieren neutralizar sistemas de radar y comunicaciones adversarios. Asimismo, los Growler están capacitados para atacar directamente radares enemigos mediante el empleo de misiles antirradiación AGM-88 y cuentan con misiles AIM-120 para su propia defensa aérea.
Este despliegue duplica la presencia de Growlers en el Caribe, ya que unidades del escuadrón VAQ-142 operan en la región desde el pasado mes de noviembre desde el portaaviones USS Gerald R. Ford. La combinación del grupo embarcado con los seis aparatos trasladados a tierra firme representa una ampliación sustancial de las capacidades de guerra electrónica disponibles para el Comando Sur.
La llegada de los Growler ocurre en un momento de creciente presión de Estados Unidos sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Washington acusa al mandatario venezolano de vínculos con el denominado “Cartel de los Soles” y mantiene cargos en su contra por narcotráfico, además de una recompensa de 50 millones de dólares por información que lleve a su captura. La política de máxima presión del presidente Donald Trump incluye despliegues navales, operaciones de vigilancia, presencia reforzada de cazas F-35B en Puerto Rico y la llegada de aviones cisterna KC-135R a República Dominicana.
Aunque no existe confirmación oficial de una operación militar inminente, la acumulación de capacidades (incluyendo cazas furtivos, aeronaves de inteligencia, sistemas de guerra electrónica, tanqueros estratégicos y unidades navales) sugiere que Estados Unidos está preparándose para un rango amplio de escenarios, desde la intensificación de las operaciones antidrogas hasta eventuales misiones de mayor complejidad en el espacio aéreo venezolano.
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| EEUU desplegó cazas de guerra electrónica EA-18G Growler en Puerto Rico, especializados en la neutralización de defensas aéreas |


