Corea del Sur recibió su primer caza de quinta generación F-35A Lightning II, en medio de un momento delicado para la diplomacia y las relaciones con Corea del Norte.
Corea del Sur y Estados Unidos realizaron una ceremonia de despliegue conjunta, este miércoles, en la línea de ensamblaje de Lockheed Martin, en Fort Worth, Texas, según informó la Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa (DAPA, según sus siglas en inglés).
El viceministro de Defensa surcoreano, Suh Choo-suk, lideró la delegación nacional para el evento, al que asistieron funcionarios del Departamento de Defensa de EE. UU., incluida Ellen Lord, subsecretaria de Defensa para asuntos de Adquisición, Tecnología y Logística, y el vicealmirante Mat Winter, director ejecutivo del programa del F-35.
El caza furtivo es el primero de 40 aviones F-35A que Corea del Sur acordó comprar bajo un acuerdo alcanzado en el año 2014. Junto a las flotas existentes de F-15K y F-16 de la Fuerza Aérea del país asiático, está previsto que los F-35A desempeñen un papel clave en la defensa del Corea del Sur contra las amenazas de Corea del Norte.
DAPA, la agencia estatal de adquisiciones de defensa, dijo que, además, en base a su excepcional capacidad de sigilo, el caza puede contribuir enormemente a la disuasión, permitiendo su infiltración clandestina en un sitio en todo momento y lugar y realizar un ataque selectivo.
El F-35A será utilizado para el entrenamiento de pilotos surcoreanos en la Base de la Fuerza Aérea Luke, en Arizona, antes de ser entregado a la Base Aérea de Cheongju, en Corea del Sur, en la primera mitad del año 2019.
Los 40 cazas F-35A serán desplegados en Corea del Sur para el año 2021, añadió la DAPA.
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