Kratos Defense & Security Solutions ha revelado su nuevo misil de crucero de bajo costo Ragnarök (Low-Cost Cruise Missile, LCCM), un sistema que la compañía describe como un posible cambio de paradigma en la combinación de capacidad de ataque de precisión, escalabilidad y asequibilidad. La presentación tuvo lugar en las instalaciones de Kratos en San Diego y subraya el énfasis de la empresa en producir sistemas de defensa avanzados que puedan fabricarse en grandes volúmenes sin comprometer la funcionalidad táctica.
El Ragnarök ofrece un alcance de aproximadamente 500 millas náuticas, equivalentes a 925 kilómetros, y un precio unitario estimado en torno a los 150.000 dólares cuando se produce en lotes de 100 unidades. Este costo representa una fracción del precio de misiles de crucero convencionales, que suelen superar el millón de dólares por unidad. La reducción de costes se logra mediante un diseño enfocado en la manufacturabilidad, la modularidad y la optimización de materiales, según indicaron directivos de Kratos.
Desde el punto de vista técnico, el misil incorpora un fuselaje de compuestos de carbono, un mecanismo de plegado de alas para almacenamiento compacto y compatibilidad con múltiples configuraciones de transporte, incluyendo bahías internas, pilones externos y plataformas paletizadas. Además, su diseño respeta los estándares de bastidores de 14 pulgadas de la OTAN, facilitando su integración en sistemas existentes. El Ragnarök puede volar a velocidades superiores a Mach 0,7 y alcanzar altitudes de hasta 35.000 pies (10.700 metros) mientras transporta una carga útil de 36 kilogramos (80 libras).
Steve Fendley, presidente de Kratos Unmanned Systems, explicó que el misil fue concebido desde el inicio con la producción rápida y la asequibilidad como prioridades, reflejando “las realidades presupuestarias que determinan qué sistemas llegan finalmente al campo de operaciones”. La filosofía de diseño de Ragnarök prioriza la cantidad y la escalabilidad sobre la potencia destructiva extrema, en contraste con misiles como el Lockheed Martin JASSM-ER, MBDA Storm Shadow/SCALP o el alemán Taurus KEPD 350, que alcanzan rangos similares o mayores, llevan ojivas de varias centenas de kilogramos y tienen costos por unidad considerablemente más altos.
Kratos ha mostrado al Ragnarök montado en el dron de combate autónomo XQ-58 Valkyrie, tanto de manera externa como en la bahía interna del avión, evidenciando su compatibilidad con plataformas no tripuladas. Esto forma parte de un enfoque estratégico de “sistema de sistemas”, donde misiles asequibles y sacrificables pueden operar en enjambres coordinados o junto a aeronaves tripuladas, un concepto que está ganando relevancia en el desarrollo de la denominada sexta generación de cazas en Occidente. Eric DeMarco, CEO de Kratos, afirmó que el desarrollo del misil se financió internamente y destacó que la empresa se centra en “productos reales, no presentaciones”, subrayando la capacidad de producción inmediata y en masa.
Actualmente, el Ragnarök ha completado su fase inicial de desarrollo y se encuentra en transición hacia la producción, con Kratos en conversaciones con socios de defensa y gobiernos para definir los escenarios de empleo operativo. El lanzamiento de este misil se enmarca dentro de una tendencia global hacia sistemas de ataque de bajo costo y modularidad, donde Lockheed Martin, Anduril y MBDA están desarrollando sus propias soluciones para ofrecer precisión de largo alcance a un precio más accesible y con capacidad de producción escalable.
La irrupción de sistemas como Ragnarök refleja un cambio estratégico en la guerra de precisión: la combinación de cantidad, eficiencia de costos y modularidad está comenzando a ser tan decisiva como la mera capacidad destructiva, marcando una nueva era en la planificación y ejecución de operaciones de ataque de precisión.
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| Kratos presenta el misil de crucero Ragnarök: precisión de largo alcance a bajo costo y producción masiva |


