El presidente de Brasil, Michel Temer, descartó hoy que el gobierno negocie el control que mantiene sobre el fabricante de aeronaves Embraer, ante el interés mostrado por la estadounidense Boeing para formar una asociación.
En desayuno con periodistas en el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia, Temer dijo que la propuesta de Boeing confirma el interés de empresas extranjeras en invertir en Brasil, pero fue categórico en descartar la posibilidad de que el gobierno se desprenda de su participación en la empresa.
"No hay la menor reflexión de transferir el control a otra empresa. Recordando que la ´golden share´ (acción que garantiza al gobierno poder de veto en eventual cambio accionario en la empresa) se dio exactamente en el momento de la privatización (en los años 90), para garantizar al gobierno federal ese control", dijo el mandatario.
"La inyección del capital extranjero será muy bien venida, la dificultad es la venta del control", agregó.
Embraer y Boeing anunciaron el jueves que están negociando una posible asociación, tratada como "una potencial combinación de sus negocios" en un comunicado conjunto divulgado por las empresas.
El ministro de Defensa, Raúl Jungmann, dijo que el gobierno es favorable a una asociación con la Boeing, sin embargo aclaró que un eventual cambio de control de Embraer hiere la soberanía nacional.
"Existe un proceso de reestructuración global de la industria aeronáutica. Esto fue muy claramente comprobado en la asociación entre Airbus y Bombardier. En ese contexto, Boeing buscó a Embraer para abrir negociaciones. En nuestra opinión, estas negociaciones son bienvenidas. Y nuestra posición es favorable a esa y otras alianzas", explicó.
Las tratativas entre Boeing y Embraer surgen poco más de dos meses después de que Airbus anunció la compra del proyecto de jets comerciales C-Series, de la canadiense Bombardier.
Jungmann destacó que Embraer representa un activo fundamental para el sector de Defensa de Brasil, por lo tanto mantener el control de la empresa es indispensable para una estrategia nacional autónoma.
"En el momento en que ese control sea transferido a otra empresa, a otra nación, esa empresa pasará a tener el control sobre decisiones estratégicas que Embraer ha tomado. Por ejemplo, la construcción del (avión) caza Gripen quedaría subordinada a otro país", dijo.
"El proyecto KC-390 (avión militar de carga) es esencial para las Fuerzas Armadas y la defensa nacional, quedaría para otro país. La producción de los Super Tucanos, que el mundo entero hoy consagra como mejor avión para combate, tendríamos la transferencia de toda la tecnología", apuntó.
"Este núcleo tecnológico, ese corazón, está relacionado con la soberanía nacional. Ningún país renuncia a ello. Su venta, la transferencia de su control accionario, desatiende a los intereses y la soberanía nacional. A todo esto, toda la negociación, toda la búsqueda de asociación, socios comerciales, son muy bienvenidas", dijo Jungmann.
Embraer afirmó el jueves, en un comunicado, que las "bases (de un acuerdo) todavía están siendo discutidas" y que no hay garantías de que una transacción pueda ser alcanzada.
Después del comunicado de la posible venta o fusión divulgado en la tarde del jueves, las acciones de Embraer se dispararon 40 por ciento, cerrando en alza de 22,5 por ciento.
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