Rolls-Royce ha anunciado en el marco de la feria de defensa DSEI 2017 planes para desarrollar un buque naval no tripulado autónomo que tendrá una autonomía de más de 4.000 millas. El buque que tendría una eslora de 197 pies podría operar más allá de la línea de visión de otras unidades navales tripuladas durante más de tres meses, desplazando 700 toneladas y a una velocidad máxima de más de 25 mph. El buque se programaría para misiones entre las que se incluyen patrulla marítima, vigilancia, detección de minas e inspección a otros buques.
"Rolls-Royce está viendo el interés en barcos autónomos de las principales armadas del mundo, en lugar de aquellos remotamente controlados. Este tipo de buques ofrecen una mayor capacidad operativa, reducen el riesgo a la tripulación y reducen los costos operativos y de construcción", aseguró Benjamin Thorp, gerente general de Rolls-Royce Naval Electrics.
Con la creciente presión sobre los presupuestos de defensa, las marinas ven la tecnología no tripulada como una ruta para reducir los costos de vida útil asociados con la tripulación. La remoción de mano de obra de los buques cambia radicalmente el diseño del buque. Muchos de los sistemas de habitación y los compartimentos de alojamiento se eliminan, impactando directamente el costo del navío y haciéndolo mucho más pequeño.
La ausencia de tripulación aumenta la necesidad de desarrollar sistemas de potencia y propulsión muy fiables. El enfoque de Rolls-Royce es combinar la gestión avanzada de activos inteligentes y la redundancia de los sistemas de una manera rentable que evita sacrificar el ahorro en costes y volumen logrado al eliminar a la tripulación.
"En los próximos 10 años Rolls-Royce espera ver la inclusión de plataformas no tripuladas de tamaño mediano, especialmente en las principales armadas del mundo; mientras se terminan de perfeccionar los conceptos de operaciones con flotas mixtas tripuladas y no tripuladas. Con nuestra experiencia y capacidades esperamos liderar el campo" agregó Thorp.
El diseño inicial cuenta con un sistema de propulsión eléctrico completo que requiere menos sistemas auxiliares (lubricación, sistema de enfriamiento, etc.) y ofrece mejores niveles de confiabilidad que las contrapartes mecánicas. Cuenta con dos generadores de la serie MTU 4000 que proporcionan alrededor de 4 megavatios de energía eléctrica a una unidad de propulsión de 1,5MW.
Los motores diesel podrían ser reemplazados por pequeñas turbinas de gas, mejorando aún más la fiabilidad del sistema y reduciendo el mantenimiento a bordo. Los propulsores Azipull de imán permanente, junto con una helice empujadora montada en proa, harán que el buque sea altamente maniobrable.
Para reducir el consumo de combustible y ampliar el alcance operativo, un almacenamiento adicional de 3.000 kWh de energía facilitará las operaciones eficientes de baja velocidad y el buque también estará equipado con paneles solares fotovoltaicos para generar energía cuando el buque esté en espera.
Una forma limitada de inteligencia artificial llamada Sistema de Conciencia Inteligente (desarrollado por Rolls-Royce para su uso en buques comerciales) comandaría estos buques navales, la compañía asegura que es el primer sistema de este tipo en el mundo.
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