Una disputa diplomática ha estallado entre Estados Unidos y Cuba a consecuencia de una serie de extraños incidentes en los que miembros del personal diplomático estadounidense en la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, fueron objeto de ataques sónicos. Misteriosamente, ni el gobierno de los Estados Unidos ni sus homólogos cubanos se han atrevido a señalar los responsables del ataque, cómo se llevó a cabo la agresión auditiva específicamente, o por qué fue ejecutada en primer lugar.
El pasado 9 de agosto de 2017, la portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Heather Nauert, confirmó que Estados Unidos expulsó a dos miembros del personal diplomático cubano en represalia por los aparentes ataques más de dos meses antes. Ella se negó a describir los incidentes en cualquier detalle, diciendo sólo que habían "causado una variedad de síntomas físicos".
"No tenemos respuestas definitivas sobre la fuente o la causa de lo que consideramos como incidentes", agregó Nauert. "Estamos tomando esa situación en serio y está bajo investigación en este momento".
Según un informe de Associated Press, citando a múltiples fuentes anónimas, el ataque sónico comenzó a finales de 2016 y una investigación posteriormente determinó que un "dispositivo avanzado que funcionaba fuera de la gama de sonidos audibles" dirigido hacia las residencias diplomáticas era la muy probable causa. Según se informa, cinco miembros del personal diplomático estadounidense en Cuba sufrieron varios síntomas.
El ataque fue tan severo que algunos de ellos sufrieron una pérdida auditiva "severa", requiriendo inclusive que el individuo tuviera que usar un audífono medicado. Algunos incluso cancelaron sus viajes de servicio y regresaron a los Estados Unidos. El FBI y el Servicio Diplomático están investigando el caso.
Por su parte, Canadá informó el jueves que uno de sus diplomáticos en Cuba sufrió pérdida de audición, y dijo que investiga las causas.
“Estamos conscientes de los extraños síntomas que afectan al personal canadiense y estadounidense y a sus familias en La Habana”, dijo Brianne Maxwell, portavoz del ministerio de relaciones exteriores canadiense.
Según las fuentes gubernamentales canadienses, la familia del diplomático canadiense, cuya identidad o cargo no han sido revelados, también resultó afectada por síntomas como pérdida de capacidad auditiva y jaquecas.
Los síntomas físicos fueron lo suficientemente graves como para obligar a la hospitalización del diplomático canadiense.
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